6 de marzo de 1851
Estando a punto -si tengo la dicha de obtener su
consentimiento- de entrar en relación de matrimonio con la única mujer con la
que, de las que he conocido, podría haber yo entrado en ese estado; y siendo
todo el carácter de la relación matrimonial tal y como la ley establece, algo
que tanto ella como yo conscientemente desaprobamos, entre otras razones porque
la ley confiere a una de las partes contratantes poder legal y control sobre la
persona, la propiedad y la libertad de acción de la otra parte, sin tener en
cuenta los deseos y la voluntad de ésta, yo, careciendo de los medios para
despojarme legalmente a mí mismo de esos poderes odiosos, siento que es mi deber
hacer que conste mi protesta formal contra la actual ley de matrimonio en lo
concerniente al conferimiento de dichos poderes; y prometo solemnemente no
hacer nunca uso de ellos en ningún caso o bajo ninguna circunstancia. Y en la
eventualidad de que llegara a realizarse el matrimonio entre Mrs Taylor y yo,
declaro que es mi voluntad e intención, así como la condición del enlace entre
nosotros, el que ella retenga en todo aspecto la misma absoluta libertad de
acción y la libertad de disponer de sí misma y de todo lo que pertenece o pueda
pertenecer en algún momento a ella, como si tal matrimonio no hubiera tenido
lugar. Y de manera absoluta renuncio y repudio toda pretensión de haber
adquirido cualesquiera derechos por virtud de dicho matrimonio.