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23 julio, 2015

Panegírico minusval 2000

He visto y he hecho cosas que jamás imaginaríais, lo supe por vuestro asombro cada vez que os las contaba.

He visto las nubes pasar como algodones bajo mis pies sobre el valle del río Deva, en Cantabria.

He bajado sin frenos en la silla, a tumba abierta, como los ciclistas, un viejo puerto en la sierra de Madrid, con la única convicción de que yo y quien empujaba y derrapaba en las curvas, éramos capaces de hacerlo. Teníamos 12 años.

En un sábado estival del 94 descubrí cruzando el Puente de Londres que se hablaba más español que inglés. Y he divisado una gaviota cruzar Times Square y perderse entre los edificios de Manhattan, como un sueño desesperado en busca de un puerto.

He amado mucho, hasta querer morirme, fijaos que disparate… y no tengo noticia de haber sido correspondido, tan solo indicios, destellos confusos, y algún que otro chasco. Finalmente el acontecimiento no tuvo lugar… queda pendiente para la próxima vida.

Sin embargo, he practicado relaciones sexuales plenas, más de lo que la mayoría probablemente habría imaginado, y mucho, mucho menos de lo que me hubiera gustado en la vida. No lo comentaba casi nunca para evitar desaprobaciones inútiles e innecesarias. Pero en esta lista de cosas por las que mi vida ha merecido la pena el sexo no podía faltar.

Me he asomado a los misterios del Cosmos. Aprendí que el Universo es muy grande y las posibilidades infinitas, así que no desesperéis. Pero decidir es hacer camino, y nunca se puede retroceder, aunque lo parezca, podemos volver a un mismo tiempo y lugar, pero siempre pagaremos un precio y nunca seremos los mismos. Eso se llama entropía.

He recorrido los otoñales bosques de la cultura de papel, la Historia, la Literatura y la Filosofía, y descubierto con regocijo que no todo está dicho. Me serví de muchos libros, aunque creo que pasé por más erudito de lo que en realidad era. La mayor parte de mi cultura provenía del cine y la televisión y de una impulsiva curiosidad por todo. Ningún libro o película me pudo dar más que algunos buenos indicios sobre quién era y por qué estaba aquí.

Practiqué la política desde el activismo y desde mi vida cotidiana, que es desde donde mejor se puede hacer sin necesidad de adherirse al poder y al dinero, para poner un granito de arena a eso de cambiar el mundo. Por si hay alguno de los presentes aún no se ha enterado: esto es la despedida de un diverso funcional. Tuve la gran fortuna de vivir como lo hice precisamente porque me permitieron aceptarme y vivir tal cual era.

Podéis felicitar a mis padres si os place, sin duda se lo merecen, sin embargo no olvidéis que no debieran haber sido los únicos soportes durante la mayor parte de mi vida. Las administraciones públicas deben garantizar la no discriminación, la igualdad y la libertad de todos poniendo a disposición los necesarios recursos, incluida la asistencia personal. Me voy con el buen gusto de haber experimentado la auténtica independencia.

Comencé varias veces a escribir mi propia autobiografía, ficcionada naturalmente, pero siempre había algo urgente que hacer y me distraía… lamento que demasiadas veces lo urgente demoró lo importante, y al final el libro quedó sin escribir, y otras muchas cosas quedaron sin hacer.

Lamento al fin dejaros, ahora que empezaba a dejar de tener miedo. Que me desembarazaba de cautelas y obligaciones. Que me permitía, a veces, presentarme ante quien fuera tal cual soy, sin ostentosas demostraciones de paciencia o resistencia, y sin preocuparme demasiado por el futuro. Di pocos pasos por ese camino, me habría gustado saber adónde me habría conducido, seguramente a un lugar bonito y tranquilo de mi conciencia, un lugar que todos deberíamos tener y compartir.

A todos aquellos y aquellas que entendieron mis necesidades y me ayudaron para hacer todo lo anterior posible, tenéis toda mi gratitud. Y a todos con los que compartisteis cualquier cosa conmigo, aunque fuese un desencuentro, se os agradece la oportunidad.

Desde vuestro recuerdo, os quiero
Paco Guzmán

18 julio, 2015

La niña de la foto y su circunstancia


Steve McCurry fotógrafo de esta imagen, y su relato de las circunstancias de esta foto tan famosa.

“Le hice entre 7 y 10 fotos, porque se sentó solo durante un minuto. La elegí por sus ojos tan llamativos. Era alumna en un colegio de un campo de refugiados afganos en Pakistán. Ya había fotografiado a algunos de sus compañeros, así que no hubo que convencerla mucho. La profesora les explicó lo que yo estaba haciendo allí. La niña era un poco tímida; solo tenía 12 años. Creo que no entendía mucho de periodismo. Yo solo era un hombre extraño que hablaba una lengua rara. Eran las once de una mañana en noviembre; hacía frío. Yo llevaba un jersey. Cinco años antes, en un viaje distinto, había ido solo, de freelance, y tuve que salir de Pakistán con los negativos cosidos dentro de la chaqueta. Cuando volví en 1984 e hice esta foto fue con National Geographic. Envié el negativo por correo a la revista y hoy lo tengo guardado en mi estudio. El editor de fotografía en principio prefirió otra imagen en la que ella salía tapándose la cara con las manos. Pero la que publicaron finalmente es mucho más fuerte.
No me imaginé que llegaría a la portada de la revista. Solo intenté hacer un retrato interesante. Para hacer fotos necesitas paciencia. He estado en Afganistán unas 30 veces. La primera, cuando la guerra acababa de comenzar y EE UU apoyaba a los muyahidin, antes de que empezaran a ­combatirlos. Los afganos siempre han sido muy amables conmigo. Muchos de mis amigos de allí murieron o han terminado refugiados en otros países. Encontramos a la niña 17 años después y averiguamos que se llama Sharbat Gula. Hablamos con ella una vez al mes. Es viuda y tiene tres hijas. La revista le compró una casa y pagará los estudios de ellas. Ese es su sueño”.
Fuente: http://elpais.com/elpais/2014/12/15/eps/1418667316_233687.html

03 abril, 2013

Virginia Woolf


Hace un año en las páginas culturales del diario “El País”, Antonio Muñoz Molina escribía esta semblanza afectuosa de la novelista inglesa.



Diario incesante de Virginia Woolf

A Virginia Woolf le gustaba fumar puros, jugar a los bolos y escribir a máquina. Era feminista y era pacifista, y una vez que le ofrecieron un doctorado honoris causa lo rechazó con tajante elegancia. Comparaba la felicidad de escribir impulsada por el entusiasmo de la inspiración y la perseverancia del trabajo con el ronquido de un Rolls Royce lanzado a cien kilómetros por hora; con la fuerza de las hélices de un avión. Un día estaba escribiendo en su diario y al levantar la cabeza vio por la ventana de su casa de campo un zepelín que navegaba silenciosamente en la noche, con una guirnalda de luces en la barquilla; paseando por el campo con su marido, Leonard Woolf, una mañana de primavera, vio en un prado, entre ovejas y vacas, un aeroplano de fuselaje plateado y alas azules.
Cuando la abatía la negrura de la depresión podía pasarse semanas encerrada en su dormitorio, mirando al techo, deseando morir; pero muchas más veces disfrutaba golosamente de la vida, del amor conyugal y tal vez del amor de aquella mujer a la que estaba tan unida, Vita Sackville-West, de la cercanía de sus amigos, de los paseos entre las multitudes de Londres o las caminatas solitarias por el campo; de verlo todo y apreciarlo todo; y sobre todo de la literatura, de escribir y leer, de recibir la intuición, la primera imagen de una novela y dejarse llevar por ella hasta encontrar su forma; y de escribir en su diario sobre la felicidad y la obsesión y la incertidumbre de escribir y sobre cualquier cosa que se le pasara por la imaginación y sobre cada impresión que le alertara los sentidos, sobre una visita a Thomas Hardy o un encuentro a la orilla del Támesis con George Bernard Shaw o sobre un perro que la miraba mientras trabajaba o sobre aquel aeroplano que ella y Leonard vieron un día brillando al sol en medio del campo como una prodigiosa libélula.
Escribía el diario en volúmenes de páginas en blanco encuadernados por su marido en la editorial que habían fundado los dos, la Hogarth Press. Cada año empezaba un tomo distinto. Había llenado veintisiete cuando se quitó la vida el 28 de marzo de 1941, internándose en un río con los bolsillos llenos de piedras para que su cuerpo no flotara. En los últimos tiempos sus anotaciones se habían ido haciendo más secas, mucho más cortas. El miedo a la locura se correspondía con el colapso del mundo. Hitler se había apoderado de Europa entera y cada noche las bombas de la aviación alemana asolaban uno tras otro los barrios de Londres. La casa en la que Leonard y ella vivían estaba en ruinas. Virginia Woolf volvía a Londres desde su refugio en el campo y encontraba reducidas a escombros las calles que hasta hacía muy poco tiempo fueron los lugares usuales por los que se movía. Leonard era judío: si como era probable los alemanes invadían Inglaterra Virginia y él se matarían juntos.
Un síntoma de la depresión es que la realidad exterior parece confirmar las impresiones más sombrías de quien sufre su influjo. En los últimos años, según los síntomas de la guerra inminente se hacían más visibles, según caían Checoslovaquia y Austria y se hundía la República española, Virginia Woolf había sentido cada vez con más frecuencia la mordedura del trastorno mental, y cada vez le era menos útil el remedio que siempre le había ayudado a salvarse de él: el trabajo, la escritura constante, la entrega a aquella adicción que un amigo suyo comparaba con la adicción al opio. Su prosa es una tentativa constante de crear un estilo que fluyera como el curso del tiempo, que atrapara la fugacidad y la velocidad de las cosas, la simultaneidad armónica de las palabras, los estados de conciencia, las sensaciones, los sentimientos: pero ese estilo tiene en el fondo la urgencia de una huida, la falta de sosiego de alguien que sabe que si baja la guardia o se queda inmóvil será atrapado por la bestia oscura que le viene a la zaga.
En esa pulsación rítmica y entrecortada de la escritura Virginia Woolf no se parece a nadie. Aprendió de Proust la ambición de atrapar como un flujo de ondas y partículas la textura del tiempo, la simultaneidad del presente y de la memoria; y aunque Joyce le provocaba mucho recelo y bastante desagrado aprendió de Ulises la manera en la que la conciencia observadora, la yuxtaposición de las perspectivas y el caos visual y sonoro de la ciudad moderna pueden entretejerse casi musicalmente en un solo relato. Pero en ella hay un ansia peculiar, una inmediatez física, y además un coraje personal que los escritores varones no necesitaban. No imaginamos a Joyce ni a Proust confesando tan abiertamente las propias debilidades en un diario; reconociendo que los hieren y los humillan las críticas negativas y que no son insensibles a ningún elogio; llevando la cuenta de los ejemplares vendidos de una novela. Virginia Woolf tenía miedo de no ser tomada en serio y anotaba siempre con incredulidad las señales del éxito. Se reprochaba a sí misma el daño que le hacía una reseña cruel y vencía el pudor para copiar palabra por palabra el elogio que le había hecho alguien.
No descansaba nunca. Lo que más asombra del diario es su laboriosidad incesante. Anota con alivio el final de la primera escritura de una novela y a continuación la pasa a máquina y la corrige y se la da a leer a Leonard, la presencia benéfica que apuntala su vida. Al empezar a escribir se había dejado llevar por su propio entusiasmo, por la embriaguez de inventar y escribir: apenas publicado el libro ya se aleja de él y no es capaz de recordarlo sin remordimiento. Quiere lograr una forma fluida y abierta que contenga la vida sin falsificarla. Quiere el despojamiento de la poesía y la eliminación de lo premioso o lo superfluo. Aspira a que la novela terminada conserve la libertad de un borrador. Cada libro empieza siendo una promesa y termina parcialmente en una claudicación. Así que en seguida hay que empezar otro, no porque ella se lo proponga, sino porque surge una imagen, un hilo que habrá que seguir, y porque la inactividad desemboca rápidamente en abatimiento.
De modo que no hay más remedio que escribir siempre. Cada año empieza con un tomo encuadernado y en blanco y concluye con él lleno hasta el final de escritura. El de 1941 queda inconcluso, más de la tercera parte de las hojas en blanco. Años después, Leonard Woolf repasa los 27 cuadernos y va extrayendo de ellos los pasajes relacionados con el oficio de la literatura. Uno de los mejores libros de Virginia Woolf ha llegado a existir cuando ella ya estaba muerta. Leonard Woolf, tan atento en la muerte como en la vida, lo tituló AWriter’s Diary. No conozco otro testimonio mejor sobre la felicidad y la incertidumbre de escribir. No hay confesión de un escritor en la que haya tanta verdad como en este diario de Virginia Woolf.

29 enero, 2013

También las mujeres sabían pintar

Un artículo de Ángeles Caso reivindicando a las mujeres pintoras a lo largo de la historia.


Aquellas mujeres fueron reales, pintaron, esculpieron. Y triunfaron. La gran pregunta es por qué no aparecen en los libros de historia del arte. Y por qué no vemos sus obras en los museos. La respuesta la tienen los hombres que, mayoritariamente, han ejercido como historiadores, críticos y conservadores.

Un amanecer de hace 25.000 años, en algún lugar cercano a lo que hoy llamamos el mar Cantábrico, un grupo de hombres —seguro que eran hombres— se abrió paso monte arriba entre los acebos y los tojos, camino de una gruta en cuya oscuridad se adentraron valientemente, iluminándose con grasientas teas. Aquella mañana milagrosa, sobre las paredes de la caverna dejaron la representación pintada o grabada de los animales de su entorno, caballos, bisontes o ciervos. Y una curiosa cantidad de siluetas de manos, que lograron hacer colocando sus palmas contra la piedra y escupiendo alrededor pigmento de ocre.

Sí, el arte paleolítico lo hicieron los varones. Eso es lo que siempre imaginamos: eran ellos quienes se dedicaban a esa actividad religioso-artística. Hombres. Cazadores y brujos, y también pintores. Pero ¿por qué ellos? ¿Hay pruebas que demuestren esa autoría masculina? Existen pruebas, en efecto, pero no en ese sentido. Los expertos siempre pensaron que, dadas las diferencias de tamaño, buena parte de las manos plasmadas en las cavernas debían de ser manos de mujer. Ahora, un programa informático diseñado por científicos del Centre National de la Recherche Scientifique (el CSIC francés) lo ha demostrado: algo más de la mitad de esas siluetas corresponden, por sus medidas y su morfología, a cuerpos femeninos. Las mujeres estuvieron allí, y podemos suponer que participaron igualmente en la representación de otras figuras. En el paleolítico hubo mujeres “artistas”, que pintaron en las grutas entremezcladas con los hombres. Si nunca nos las imaginamos en esa tarea, es sin duda a causa de ese prejuicio tan asentado en nuestros cerebros que nos lleva a creer que casi todas las cosas importantes de la humanidad —salvo parir— las han hecho los hombres.

Les pido que ahora nos acerquemos por un instante al ámbito tenebroso de los monasterios medievales, donde los monjes se dedicaron durante siglos a preservar la cultura y la tradición escrita y a crear pacientemente las extraordinarias ilustraciones de los códices miniados. De nuevo los hombres. ¿Seguro...?. También en este caso los hechos demuestran algo diferente: sabemos para empezar que, hasta el siglo XIII, los monasterios europeos eran dúplices, es decir, cobijaban —aunque en edificios separados— a monjes y monjas. Ambos sexos compartían el trabajo en los scriptoria, los talleres donde se copiaban e iluminaban los manuscritos. La mayor parte de ellos carecen de firma, lo que hace imposible su atribución. Pero algunos contienen sorpresas: por ejemplo, el códice de los Comentarios al Apocalipsis de Beato de Liébana que se conserva en la catedral de Gerona y que es una obra maestra del género. El libro se terminó el 6 de julio de 975 en elscriptorium del monasterio de San Salvador de Tábara (Zamora), y está firmado por “Emeterio, monje y sacerdote” y “Ende, pintora (pictrix) y sierva de Dios”. Un primer nombre de mujer para la historia del arte español.

Qué misteriosa, Ende. Pero su existencia brumosa no es, como podría parecer, una anomalía irrepetible. Por supuesto que la presencia femenina en el mundo de las artes europeas fue rara hasta finales del siglo XIX, igual que lo fue en cualquier otra actividad que supusiera beneficios cuantiosos y prestigio social. Rara, pero real. Aunque apenas las conozcamos, hubo un notable puñado de mujeres, sin duda valientes, que a lo largo de los siglos pintaron o esculpieron. Mujeres que casi siempre habían aprendido el oficio de manos de sus propios padres en el taller familiar.

Ellas compitieron codo a codo con los hombres por lograr el apoyo de los grandes mecenas, los monarcas, la aristocracia y el alto clero. A veces fueron vapuleadas y tratadas con desprecio. Algunas abandonaron ante las presiones sociales. Otras permanecieron ocultas tras la figura del padre o del marido. Pero también las hubo que defendieron con uñas y dientes su talento y lograron imponerse como artistas de éxito en un mercado en el que la lucha por hacerse con los encargos era feroz. Unas cuantas llegaron a ser reconocidas en toda Europa, vivieron viajando de un país a otro, solicitadas de todas partes, y se construyeron sólidas fortunas.

Ahí están, como pequeños rayos de luz lunar en ese universo mayoritariamente masculino, Sofonisba Anguissola (1532-1625), que durante 13 años retrató a los miembros de la familia de Felipe II. Lavinia Fontana (1552-1614), que pintó para el Papa Clemente VIII y llegó a cobrar por sus retratos lo mismo que el gran Van Dyck. Artemisia Gentileschi (1593-1652), que ganó tanto dinero con sus espléndidos cuadros que pudo casar a sus hijas con nobles españoles, previo pago de enormes dotes. Judith Leyster (1609-1660), que alcanzó un gran éxito en Holanda. Luisa Roldán, La Roldana (1652-1704), exquisita escultora de cámara —el máximo honor de la época— de Carlos II y de Felipe V. Rosalba Carriera (1675-1757), favorita en muchos palacios e introductora de la técnica del pastel en la Francia del rococó. Angelica Kauffmann (1741-1807), que se enriqueció en Inglaterra con sus obras neoclásicas. Elisabeth Vigée-Lebrun (1755-1842), retratista preferida de María Antonieta y codiciada por la nobleza de toda Europa. Constance Charpentier (1767-1849), premiada en varios de los famosos salones parisinos de su tiempo. O Rosa Bonheur (1822-1899), famosísima en medio mundo gracias a sus cuadros de animales.

Son únicamente algunos nombres del notable grupo de mujeres que precedieron a las impresionistas y post-impresionistas —Berthe Morisot, Mary Cassat, Eva Gonzalès, Camille Claudel, Lluïsa Vidal o Suzanne Valadon— y a las artistas de las primeras vanguardias. Solo entonces, a finales del siglo XIX, cuando la condición femenina comenzaba lentamente a cambiar, empezaron a aparecer en las escuelas de arte decenas de muchachas que aspiraban a convertirse en artistas, ya no como “rarezas”, sino como auténticas iguales y colegas de los hombres. Solo entonces, a algunos no le quedó más remedio que poner en duda la idea tan extendida —y aún no del todo derrotada— de que el sexo femenino no estaba capacitado para la creación artística. “El arte es ajeno al espíritu de las mujeres, pues esas cosas solo pueden realizarse con mucho talento, cualidad casi siempre rara en ellas”, había escrito Boccaccio. Un pensamiento que repitieron una y otra vez a lo largo de los siglos muchos hombres ingeniosos. (Y sospecho que un tanto misóginos.)

Todas esas mujeres fueron reales. Existieron. Pintaron o esculpieron. Y triunfaron. La gran pregunta es por qué no aparecen en la mayor parte de los libros de historia del arte. Y por qué no vemos sus obras en los museos. Supongo que la respuesta la tienen los hombres que, mayoritariamente, han ejercido como historiadores, críticos y conservadores hasta tiempos muy recientes. Ellos, defensores conscientes o inconscientes del androcentrismo en la cultura, han relegado a las escasas artistas históricas al olvido. Han omitido sus nombres en sus estudios, han arrumbado sus cuadros en los depósitos o los han colgado en los rincones más oscuros de las salas. Y a veces, los han expuesto bajo los nombres de grandes maestros, por supuesto varones: sin ir más lejos, en el Museo del Prado han “aparecido” en los últimos años dos espléndidos retratos de Sofonisba Anguissola y uno más que se le atribuye, cuadros que siempre se habían considerado obras de otros pintores.

Sí, ya sé, ya sé, el eterno recelo: es cierto que ninguna de ellas llegó a ser Leonardo o Velázquez o Goya. No hubo ningún genio entre esas pintoras. Pero quienes afirman eso suelen olvidar que su número fue mucho menor que el de los hombres, su lucha mucho más intensa y probablemente su autoestima infinitamente más débil. Y que, desde luego, tampoco la mayoría de los artistas masculinos que aparecen en los manuales de historia del arte y que cuelgan en los museos fueron Leonardo, ni Velázquez, ni Goya. Y, sin embargo, ahí están. Visibles y recordados, aunque no fueran los mejores, mientras ellas descansan todavía, en buena medida, en el limbo —tan femenino— de la inexistencia.

28 marzo, 2012

A vueltas con la lengua

El escritor Juan José Millás mejora con el tiempo en sus columnas y reportajes periodísticos. Aquí un texto que viene a ser en respuesta de la polémica montada por el informe de la Academia de la Lengua Española sobre las guías de lenguaje no sexista. A la ilustre Academia le gustan muy poco.

Durante el franquismo, la lengua era franquista, franquista y beata, olía a cuartel y a sacristía y a cirio y a letrina de barracón castrense

Se dice que la lengua no puede ser sexista como no puede ser comunista, capitalista o católica. Quizá no, lo ignoro, la verdad. Tampoco sé si el sexo, que nos funda, se puede comparar con las ideas políticas o religiosas, que van y vienen, aunque a veces se quedan una temporada. En todo caso, y desde mi modesta perspectiva de usuario y víctima de la lengua, estoy en condiciones de asegurar que durante el franquismo, por ejemplo, la lengua era franquista, franquista y beata, olía a cuartel y a sacristía y a cirio y a letrina de barracón castrense. De ahí el rechazo que algunos escritores sentían por ella y su necesidad de bucear en otras tradiciones. Abominar de la lengua propia es como abominar del propio hígado, pero también hay gente alérgica a su caca. Somos raros. Por eso, entre otras cosas, recibimos con tanto alborozo las novelas del boom latinoamericano, porque estando escritas en nuestro idioma parecía que estaban escritas en otro.

Del mismo modo que un franquista puede devenir en demócrata o un trotskista en facha, la lengua puede cambiar también de ideología y de hecho ha cambiado, ahora parece liberal o neoliberal, no sé, depende de la emisora de televisión que pongas o de la prensa que leas. Pero no hablemos de contingencias de orden político, económico o social que duran 40 ó 50 años, lo que en la vida de la lengua no es nada o casi nada. Hablemos de lo que nos constituye en lo más profundo, de lo que somos desde que tenemos memoria: una sociedad patriarcal. ¿Puede una gramática permanecer ajena a esa condición cuyos orígenes parecen tan remotos como los del habla? Quizá no. Se dice también que, si queremos que la lengua cambie, el que tiene que cambiar es el hombre (y la mujer, claro). Una forma optimista de abordar el asunto, como si la lengua fuera nuestro producto y no nosotros el de ella.

08 diciembre, 2010

El doblaje es una impostura

Se está viendo en España la posibilidad de que las películas las pongan en versión original con subtítulos en español, como debería ser, y no que las vemos dobladas, con subtítulos a la lengua original, lo que resulta imperdonable, sobre todo cuando a la voz con personalidad de un actor o actriz se la pone otra que no es, ni corresponde.

Roman Gubern, experto en comunicación, y en cine, escribía en la sección de cultura de “El País” un artículo de opinión que les dejo por aquí:

“El doblaje es un artificio falsificador de la interpretación actoral; el doblaje proporciona una facilidad al espectador; el doblaje nace históricamente de una afirmación nacional-fascista; las versiones originales favorecen el aprendizaje de idiomas; el doblaje constituye una industria legítima. Estas cinco proposiciones son verdaderas aunque colisionen entre sí. El doblaje obligatorio fue implantado por Mussolini en octubre de 1930, para defender la lengua italiana; fue luego copiado por Hitler y en abril de 1941 el falangista y ex vanguardista Tomás Borrás, jefe del Sindicato Nacional del Espectáculo, lo implantó en España En una época con una tasa de analfabetismo relevante, el doblaje facilitaba el acceso del público al cine extranjero, además de facilitar las manipulaciones censoras de los diálogos. Pero el regalo del idioma a las estrellas extranjeras tuvo efectos devastadores para la competitividad del cine español, hasta el punto de que las insistentes protestas profesionales hicieron que esta norma se derogara en 1946. Pero para entonces la inercia estaba ya consolidada en las distribuidoras y el público. Como lo ha estado en Italia y Alemania.

Todo el mundo puede concordar en que la voz y la dicción forman parte del arte del actor y tan insustituible es la voz cascada de Pepe Isbert como la aterciopelada de Orson Welles. Jean Renoir dijo que en la Edad Media los dobladores serían quemados en la plaza pública por brujería, por dar a un cuerpo una voz que no era suya. Con todo el respeto a nuestros excelentes dobladores, hay que repetir que el doblaje es una impostura. Nuestro vecino Portugal no dobla (salvo los dibujos animados infantiles), como no se dobla en las repúblicas iberoamericanas, con tasas de analfabetismo superiores. En Francia el sindicato de actores dictaminó en los años treinta que el doblaje constituía una “suplantación de personalidad fraudulenta”. Pero en este país la tendencia a doblar las cintas para reestrenos o ciudades de provincias se ha ido incrementando en los últimos años. Y la pequeña pantalla del televisor está favoreciendo esta tendencia. Pero en Suiza es habitual la subtitulación en dos idiomas.

Existe por tanto un contencioso en torno al doblaje que ofrece muchas facetas, desde la integridad artística de la versión original hasta la facilidad para los televidentes sedentarios, pasando por los derechos de los dobladores y sus empresas. Pero, mírese como se mire, el perjudicado en este asunto es siempre el cine español, como lo ha sido desde 1941. Se habla periódicamente de establecer una tasa sobre el cine doblado destinado a las arcas del cine español. De eso se habló ya en la época del ministro Fraga secundado por García Escudero al frente de la burocracia estatal cinematográfica. Al debate se añade ahora la promoción del aprendizaje de idiomas y se repite que en Portugal se conoce mejor el inglés que en España. Es cierto. Ahora solo falta sentar en una mesa negociadora a todos los agentes involucrados —desde estudios de doblaje y gremio de dobladores hasta productores de cine español— y buscar la fórmula mágica”.

28 abril, 2010

¿Juergas o violencia sexual en Meco?

Sobre los usos de la lengua que encubren la violencia machista. Llamemos al pan, pan... Os dejo un texto que me envían de Ana Mañeru sobre los abusos sexuales en la cárcel de mujeres de Meco (Madrid).

Muy temprano, una amiga con la cara demudada me enseñó el titular del periódico “20 minutos”, que informaba sobre la violencia sexual ejercida por funcionarios contra reclusas de la cárcel de mujeres de Meco. A mediodía, escuché cómo le preguntaban en la cadena SER al Ministro del Interior, sobre este asunto y cómo él esquivaba la pregunta y la dejaba sin responder.

Por la tarde, comprobé en el ordenador que Yahoo no consideraba que esto fuera destacable y solo pinchando en ‘Más noticias’ se podía encontrar algo relativo a los “funcionarios que mantenían relaciones sexuales consentidas con presas a cambio de favores”. Sentí náuseas.

Al día siguiente, compré el diario “Público”, buscando una información fiable ya que, al no admitir anuncios de prostitución, esperaba que fuera sensible y respetuoso con las mujeres a diferencia del resto de la prensa diaria española. Me decepcionó, y espero que rectifique, porque si no lo hace no podré comprarlo más.

Mientras tanto, no quiero quedarme solo con la herida de las palabras que violentan lo femenino libre y el sentido común más elemental. No quiero acostumbrarme a los usos de la lengua que encubren la violencia masculina. Quiero desmenuzarlos para que no se quede escondido en ellos el veneno que contienen. Quiero abrir las preguntas que me surgen para pensar con otras y otros sobre esa violencia brutal contra las mujeres que se sigue manteniendo en todos los rincones de la sociedad y que los medios de comunicación, seguramente por miedo, empiezan a convertir en banal.

Busqué la noticia en la portada del diario y encontré solo un pequeño recuadro en el que decía: “Cesados los jefes de la cárcel de mujeres por permitir juergas” ¿Qué significado le da el periódico a la palabra juerga, en el contexto de una cárcel de mujeres en la que los funcionarios, al parecer, violan a las presas?”

Sentí una indignación que no podía soportar y comprobé que en las páginas centrales, ampliaban la información de forma todavía más lamentable: “Interior investiga juergas en una cárcel de mujeres” ¿El Ministerio del Interior investiga aquí sobre juergas o sobre violencia machista de los funcionarios contra las presas? A continuación dice:

“Instituciones Penitenciarias destapa varias irregularidades en una prisión de Madrid” ¿Son irregularidades o delitos?

Cuando narra lo ocurrido, habla de que “Las pesquisas que han destapado el escándalo se iniciaron después de que una funcionaria denunciase a un compañero el 4 de enero, ahora expedientado, al que vio el día de fin de año, presentando signos de haber bebido, junto a dos presas y otra funcionaria, bebiendo y brindando”. Aparte de que no se dice nada sobre las dificultades que habrá tenido la denunciante en estos tres meses, pues solo después de hacerse público otro caso ha prosperado su denuncia, ¿Qué quiere decir aquí “junto a dos presas”? ¿Y acaso la “otra funcionaria” era la única cómplice en un caso en el que , por ahora todos los destituidos son hombres o es que interesa recalcar que las mujeres también son violentas?

Después, prosigue: “Varios funcionarios detallaron numerosas irregularidades más, desde el robo de comida en la cocina a relaciones sexuales consentidas a cambio de favores, pasando por siestas en plena jornada laboral” ¿Qué significa aquí ‘consentidas a cambio de favores’? ¿Es posible hablar de consentimiento en una situación de subordinación como esta, en la que los favores se obtienen así? ¿Es comparable que los funcionarios roben comida o duerman la siesta con que ejerzan violencia sexual contra las presas?

Más adelante continúa: “Otro funcionario, el segundo sancionado, abrió una noche a primeros de abril la celda en que pernoctaban dos internas y compartió varias horas con ellas” ¿Qué pinta aquí un verbo tan precioso como compartir, en vez de decir que las sometió varias horas con violencia?

En otro momento dice que: “Un funcionario montó una ‘fiesta’ nocturna en una celda con dos reclusas” ¿Es una fiesta para las reclusas que un funcionario abuse de ellas por su posición de poder sobre ellas?

Por otra parte, según ha comunicado oficialmente Instituciones Penitenciarias, el motivo de las destituciones de algunos funcionarios, que se han producido al salir a la luz el escándalo, es el “comportamiento inaceptable” de esos funcionarios y de la “incapacidad para hacer frente a la situación del director y el subdirector de la cárcel. ¿La violación de derechos de las reclusas solo es un comportamiento inaceptable? ¿Alegar la incapacidad de los responsables les exime de algo?

No tranquiliza nada saber que la investigación sigue abierta para aclarar, también según fuentes de Instituciones Penitenciarias, “si algunos funcionarios pudieron mantener relaciones sexuales consentidas con varias internas”. La palabra consentimiento sobra aquí y siempre que una mujer esté en prisión y dependa de “los favores” del carcelero violador. Igual que ocurre en la prostitución, que nunca es consentida ni voluntaria, porque la mujer prostituida depende de ‘los favores’ del prostituidor. Relacionarse libremente es otra cosa, que nadie se equivoque.

26 julio, 2009

Elvira,Tánger y Helena: un cuchillo para dos

Elvira es amiga de la infancia, nos conocemos desde hace lustros y lustros y siempre, cuando quedamos a tomar copas, nos reímos y reímos a lágrima viva de las anécdotas que nos pasan. Pues bien, Elvira y Helena inician un viaje recientemente a Tánger y he aquí el relato del choque de culturas, Helena escribe:

Preámbulo:

Nos encanta compartir nuestros viajes pues sin demasiado esfuerzo y como si de una especie de conjura del universo se tratara, nos ayuda hacer que sean de lo más enriquecedores y desde luego de mucha, mucha risa, dicen que sonreír tiene unas propiedades anti-envejecimiento que ni la mejor crema, ni mano de un cirujano plástico son capaces de llegar hasta lo más profundo de la epidermis.

Siendo honestas, decir que la idea del viaje a Tánger la tuvo mi querida amiga del alma Elvirus, conste que ella me llama Helenus, alias que utilizamos cuando estamos tramando alguno de nuestras salidas.

Desde luego lo que hace una hora de avión... te traslada a miles de años de nuestra ERA pero encantados todos, ellos se llevan nuestros UROS y nosotros hacemos un viaje al PASADO con pequeño toque de actualidad, si, si, si, hay móviles, internet, coches deportivos y tiendas de alto standing.

Desde el mes enero más o menos ya teníamos pensado hacer un pequeño viaje, no sabíamos el destino pero lo que teníamos claro que fuera, BBB, Bueno, Bonito y Barato, yo dejé este que-hacer en manos de Elvirus hasta que un día me comenta: Helenus lo tengo, lo tengo.

Salida:

Emprendemos el viaje, como siempre el momento de más tensión, después de lo acontecido en las líneas aéreas mundiales, es el despegue del avión, mareo va, mareo viene, pero entre mareo y mareo quien nos iba a decir que íbamos a conocer a un tal Beny a la izquierda de Elvirus y a mi derecha una americana Biblia en mano, rubicunda con unas trenzas que ya quisiera Laura Engels de La Casa de la Pradera, con mi inglés cavernícola pero entendible, va y me dice la hija clónica de Michael Landon en la serie: lee la Biblia te ayudará a pasar este mal rato... Espero que no quisiera evangelizar tierra musulmana porque sería la bomba, la bombilla de todas las lámparas de Tifanys; aunque ya sé sabe, con los americanos nunca sé sabe, yo con mi bolsita para no hiperventilar esa era mi Biblia en ese momento.

Oigo decir a Beny al oído de mi amiga, qué ¿tu colega se pasa así todo el viaje? Elvirus responde de una forma rotunda, pero como yo la conozco nada creíble para mí aunque sí para ese nuevo desconocido, no, no, no solo es al despegar; coño al despegar como que fuera una broma el despegue. Después de utilizar varias bolsitas de papel para controlar mi super-ventilación parece que vamos a tomar tierra, dicho y hecho aterrizamos. Nunca vi un aeropuerto tan vacío, por Alá!, para recorrer escasos 25 metros estuvimos esperando una guagua 20 min, con lo bueno que es caminar para el cuore!!!

Llegada:

Momentos de cambios, si todo son cambios en este caso de UROS, como lo llaman los tangerinos, yo que soy cotilla entre las cotillas miré a mi espalda y veo tres compatriotas con dinero en mano, ninguna de ellas llevaba más de 50 €, me estaba quedando ojiplática cuando entre Elvirus y yo íbamos a cambiar la nada desdeñable cantidad de 600 € y siempre contando con la tarjeta de crédito a la cual nos gusta sacar a pasear de vez en cuando, más de vez que en cuando porque coño, ¡Cómo nos gusta lo bueno!

Ya tenemos en nuestro poder más de 6.000 drihams, le pregunto al cambiador de divisas si tendríamos bastante para 3 días, y él que tenía de simpático lo que yo de monja, nos salta: más o menos... entonces llega como un rayo a mi cabeza los 50 € que tenían cada una de nuestras colegas, a ellas no las iba a llegar ni para comprar un colajet, a no ser que fueran a cenar un cuscus y vuelta pá Madrid. En cualquier caso, igual era mejor su elección que la nuestra ya que teniendo el dinero por muy barata que sea la vida, como si de un niño de 5 años se tratara, lo queremos todo, nos gusta todo, y desde luego compramos casi todo.

Taxi, Taxi, allí estaba el taxista ávido de UROS, y empezamos el regateo, nosotras sabíamos de antemano por lo que habíamos leído, lo que más o menos, nos tendrían que cobrar, Abdul nombre del ávido cazador de Uros, tras un ratito de jueguecito al regateo conseguimos sus servicios, le alquilamos el taxi para toda nuestra estancia Tangerina.

Estancia:

Por fin, hotel bendito hotel en el centro de Tánger, con un poco de cansancio acumulado empezamos a planear el día. En internet tenía 4 estrellas, luego 3 estrellas pero para nosotras especialistas en hoteles de toda índole no superaba las 2 estrellitas apuntando a una tercera.

Y sucedió, llegamos a nuestra planta donde se encontraba nuestra alcoba, Coño con perdón! Era como si estuviéramos en la planta de cardiología o cualquier otra especialidad médica, pues parecía un hospital de los años 70 españoles.

Teníamos que empezar nuestra estancia con la degustación de la gastronomía típica del país, pues a ello. Salimos a buscar la conduma para llenar nuestras barriguitas. Veíamos muchos establecimientos de kebah, sándwich, pero nosotras no queríamos eso; lo que nos va es meternos en plena idiosincrasia del lugar que visitamos, tras entrar en 3 establecimientos típicos en ninguno nos daban de comer, ¿sería por qué somos mujeres? Zas, el sitio más cutre de la cutrería, la tasca más tasquera, allí nos adentramos tan panchas, todo hombres en la parte de abajo a lo largo de una barra de aluminio y en la de arriba unas mesas, en una de ellas con tres mujeres solas, algo insólito y luego otra mesa con cuatro hombres, a la cual me acerqué para ver que se llevaban a la boca. Había mesas de sobra, fuimos a sentarnos en la mejor, la que daba a la salida de humos, mugrienta, gris, grasienta pero lo elegimos nosotras porque a veces nos pasamos de listas. Estábamos sentadas en nuestra mesa especial y como tardaban en venir me levanté, abordé las escaleras y sin terminar de bajarlas le dije uno de los camareros: por favor la carta, qué carta ni que cartón que gilipollez! Ahora, ahora, fue la respuesta del camarero.

Sin decir esta es boca es mía y yo como lo que me gusta, a los 10 min vemos venir dos platos con pollo, arroz, una especie de pisto y patatas fritas... esto son lentejas si las quieres las tomas y si no las dejas... para nuestro asombro dijimos: va ser esa nuestra comida, joerrrrrr pero si no nos han preguntado lo que queremos pero bueno ahí estaban los dos mantelitos de papel y de repente veo que el camarero parte otros dos en cuatro, esas serían nuestras servilletas, un papel duro, nada absorbente y por fin las viandas encima de la mesa. Nos dieron un tenedor a cada una, pero claro necesitábamos cortar el pollo, ja! Aquello quemaba como la madre que lo parió, y es donde entra el título de este pequeño cuento de realidad. Intentamos comer con las manos pero las yemas de sus dedos ya están acostumbrados a esas temperaturas, las nuestras no, por eso pedimos unos cuchillos para cortar el pollo. Nos traen un cuchillo para dos y con mucha suerte, estaba escaso de limpieza pero en fin, lo que no que no mata, engorda. Un dicho muy socorrido para situaciones como está cuando el hambre es de dos tipos: uno, comerte la cultura del lugar y otro comer la gastronomía que ofrece éste.

Por cierto, la bebida no podía faltar, nosotras acostumbradas a un vinito, deleitamos nuestros paladares de tradición vinícola con unas coca-colas y fantas, más grandes y baratas que en España.

Sigamos con nuestra comida que para nuestro grato asombro estaba deliciosa. Si deliciosa, es curioso que un cuarto trasero de pollo, arroz, especie de pisto y unas simples patatas fritas resulten como si te estuvieras comiendo un buen solomillo de ternera gallega, pero para cuando os comente lo que nos costó entonces podría compararse con uno de esos exclusivos platos que hace nuestro Adriá y su famosa tortilla destrozá con hidrógenos, potasios y magnesios.

Y la autora, que abrirá en breve un blog: Con vistas a la galeria

21 abril, 2008

Diario de Taipei

Tengo un amigo que tiene un trabajo que envidio... viaja y viaja de una latitud a otra del planeta con la única condición que la ciudad tenga hospital que es más o menos el tema con el que está relacionado su trabajo.

Me manda días sucesivos y sus vicisitudes:

Primer día en Taipei:

Hola guapetona,

Dos maravillas, una buena; y la otra, no tan buena:

A) La no tan buena es que en este país, a diferencia de China y países del entorno como Vietnam, las imitaciones, copias y/o falsificaciones están prohibidas!!!! Los culpables son yankis y japoneses, sobre todo los USA que protege a Taiwán de una invasión China y por tanto su independencia a cambio de evitar el mercado de copias y falsificaciones. Aquí se produce de todo pero no se copia nada. Se venden grandes marcas a un precio un poco más barato del normal.

B) La buena es que ya he estado en el edificio más alto del mundo: el “Taipei 101” que cuenta además con los ascensores más rápidos del mundo. Suben a una velocidad de 1.010 pisos por minuto. Imaginaos como se ponen los oídos porque en unos segundos has subido 80 pisos. El edificio es una caña de bambú de 504 metros y está lleno de todas las tiendas de lujo que os podáis imaginar.

Por la tarde y noche, nada especial, pasear por la ciudad, mirar las tiendas y sentarnos en los parques. Probar de casi todo y visitar los mercados nocturnos, donde la mayoría de la gente, por cierto, muy abierta y amable, pasa el resto de la jornada.

El precio de las cosas es bastante barato. Comer está tirado siempre y cuando seas capaz de superar algún que otro prejuicio de lo que te estas comiendo: pinchitos de lenguas de pato a la brasa, uñas de pollo ... ese tipo de cosas que a ellos les gustan tanto... Os recuerdo como me recordó a mi un taiwanés que nosotros del cerdo nos lo comemos todo, así que "come on man try it"... No pude, me pedí unos noodles vegetarianos.

El transporte público es la releche, el metro es una pasada y los autobuses de lujo, todo muy barato, cada viaje al cambio son unos 50 céntimos de euro. Los taxi tirados de precio.

El punto del día: Noemí y yo en la oficina de turismo del ministerio de turismo, transporte y comunicaciones y salen todos los directivos y funcionarios a atendernos y a hacerse fotos con nosotros... qué pasada....les faltó darnos un masaje.

Besazos

Segundo día en Taipei. Venga comida exótica

Día de calor, humedad, sol, y paseos por la urbe, la cual os recuerdo que está llena de taiwaneses en scooter por las calles... todo un peligro para el turista alucinado como yo.

Hoy hemos tenido la compañía de una taiwanesa de 60 años, Grace, con la que hemos conocido sitios increíbles.

Lo más destacado ha sido un templo budista donde todo el mundo estaba poniendo palos de incienso a todos los dioses que había, con el consiguiente deseo, (he pedido por todos que conste en acta...) además del colocón a incienso con el que hemos acabado la experiencia ha estado bien: un viaje al interior de uno mismo durante hora y media como manda la tradición.

Después paseos por los mercados taiwaneses nocturnos, en los que no hay ninguna copia de nada pero sí cosas alucinantes para comer, empiezo a contar:

- Serpiente: la eliges vivita y coleando la dan unos cortes, la sacan la sangre, te la ofrecen para que te la bebas, la pelan y te la preparan en salsa, en sopa, rebozada,.....vamos de mil maneras. No he podido probarla... Ya lo intentaré otro día.

-Lagarto, tortuga, tiburón...podéis imaginar lo que queráis.

- Al final nos llevaron o a un restaurante a cenar increíble, la comida una pasada, ternera, verduras de por aquí, sopas, arroz con piña, noodles, empanadillas al vapor rellenas de cualquier cosa....

Eso es todo por hoy, mañana más y además con fotos que ya he conseguido cámara. Por cierto, mañana me quedo solo por la ciudad durante el día porque empieza la feria de seguridad en la que tiene que estar Noemí, no se yo que pasará, un occidental por Taipei solo. Que buda nos coja confesados.

Tercer día en Taipei. Y con aviso de Tifón

El pesado sigue su marcha por esta urbe llena de curiosidades. Yo ando solito, mi compi ha empezado a currar en su "feria de seguridad" así que ya me toca estar solo durante el día por la ciudad.

Me he sacado un bono metro para todo el día y me he recorrido todas las estaciones del metro una por una para asegurarme de que es verdad lo de la limpieza y el orden: Absolutamente verdad!!!! Todo muy limpio y deslumbrante, tanto el suelo de los vagones como de las estaciones.

Otra razón por la que he pasado gran parte del día en el metro es porque hace un calor insoportable y la mayoría de las estaciones tienen una subciudad paralela donde se vende, come, trabaja y se hace de todo. Son como pequeñas metrópolis, me recuerda mucho a Tokio.

Después de "jartarme" de metro me fui a ver el mausoleo del primer presidente del país Chang Kai Shek. Es curioso el sitio porque además esta rodeado de un par de edificios imperiales bastantes chulos del estilo que he visto en China y Japón. Tenían una exposición de escritura taiwanesa, que para nosotros los occidentales es bastante curiosa.

Con tanta exposición se me fue el santo al cielo, en este caso el buda al cielo, y cerraron casi todos los restaurantes de la zona así que tuve que comer en un 7eleven que fue toda una aventura. Alucinaron cuando me vieron entrar, cuatro jovencitas taiwanesas ofreciéndome de todo y yo intentando explicarles que lo único que quería era leche de soja, algo de fruta para comer y ya está.

Al final me acabaron preparando uno de los mejores perritos calientes, “Hot dog”, que hasta ahora me he comido con una salsa verde y gelatinosa, que junto con la leche de soja al te verde, el melón troceado, una botella de agua y todas ellas, más el encargado mirándome, me supo a gloria.

Vaya comida y vaya compañía, me invitaron a quedarme en la tienda a comer y se pasaron todo el rato mirándome, riéndose, haciéndose fotos con el móvil... Cómo son los orientales, debían de llevar bastante tiempo sin ver a un occidental con unas pintas de guiri que te cagas. Por cierto todo eso por 80 dólares taiwaneses que al cambio no llegan a 2 euros (1 euro son 47,2 dolares taiwanese)

Después de esto y de tanto metro, a la calle, a pasear y a ver como viven los de Taipei. Andando andando me encontré con un templo en el que había procesión. Habían sacado al santo y era todo un espectáculo de color y sonidos...echad un vistazo a las fotos.


Después de la procesión, a buscar a Noemí y a cenar con la taiwanesa, Grace, muy preocupada por la dieta saludable. Nos llevaron a un restaurante donde cada comensal tiene en su sitio un hornillo con una cacerola con agua donde pones todos los ingrediente que te de la gana del buffet. La cena fue impresionante, muchas verduras y tempuras nuevas para nosotros. Esta vez si que probamos casi de todo, yo la casquería de reptil y ave todavía no puedo con ella. Lo dejo para otro día.

Después de tan saludable y copiosa cena a pasear por otro de los mercados nocturnos llenos de colorido, tiendas y restaurantes de lo mas curioso.

Por cierto se empieza ya a notar la llegada del tifón, ha empezado a llover aunque todavía no hace mucho viento, veremos mañana.

Bueno, ya te contaré si no se cortan las comunicaciones.

Cuarto día... el Tifón pasa de largo

Pues si, de momento parece que el tifón pasó de largo y va camino de Japón. Qué pena! Que yo nunca he visto un Tifón!!

Os cuento mi corta experiencia: Empezó a llover alrededor de las 12 de la noche, con rachas de viento fuerte, no huracanado y bastante tormenta de truenos y relámpagos. Aún así, Noemí y yo nos fuimos a la calle para ver el ambiente. Un poco locos que estamos!

Con respecto a mi día de hoy, poca cosa que contar.

El día entero gris y con viento pero nada de lluvia. Como los planes que tenia eran salir al campo y hacer un poco de turismo natural; ante las advertencias del personal, me quedé en la ciudad y dediqué el día a visitar todos los templos y museos que pudiera, que al final fueron todos... pues ni gota de lluvia. Eso si, mucho viento y una temperatura de 28 grados, mucho calor.

Ninguna anécdota en especial, todo igual: la gente encantadora, la comida como siempre, os diré que sigo sin animarme a probar la casquería fina de reptil y/o cualquier otro animal, así que yo me dedico a mis noodles, sopas y empanadillas taiwanesas.

Bueno una anécdota curiosa: Fui a visitar el Museo Of Contemporany Art de Taipei y ponía en la puerta que estaba temporalmente cerrado hasta que volviese el guarda de seguridad. Llegó el guarda de seguridad y me abrió la puerta del museo para que pasara. Todo el museo para mí solito: una exposición de dibujos infantiles hechos por mayores y estaban montando otra del diseñador francés Lacroix. A mi salida el segurata cerro el museo.

Por la noche quedamos a cenar con las taiwanesas del primer día, y nos llevaron a un restaurante cantones y después a uno de sus múltiples mercadillos nocturnos a pasar el rato y comprar.

Ya veis un día muy normalito, y sin tifón, eso sí, fotos y más fotos que ya mandaré.

Quinto día en Taipei

Aunque el tifón ha pasado de largo, nos ha dejado nubes, claros y mucho viento, aunque eso si con 28 grados de temperatura y una humedad del demonio.

Hoy día de risas, no hay nada mejor que echarse a la calle a pasear por las callejuelas y empezar a preguntar como llegar a los sitios. Te pueden entender cualquier cosa menos a dónde quieres ir.

Para hoy, El Grand Hotel, único hotel en el mundo de estilo oriental, de lujo. Me costó llegar andando, y eso que se ve desde cualquier sitio de la ciudad y hay que atravesar un par de autopistas pero mereció la pena. Toda una pasada y lo mejor que por 9 euros te pegas un comidón del buffet de lujo... y claro ahí empezaron las risas.

1.-Todo lleno de orientales menos yo.

2.-Algo exótico, para ellos claro, cubiertos!! yo le dije a la camarera que quería algo exótico también, así que... por favor que me pusiera en mi mesa palillos, que los cubiertos los conozco desde que nací.

3.-Los orientales, casi todos Japos, o eso me parecía a mi, se "pegaban" por los cuartos de sandwiches que había en el buffet, se llenaban el plato y luego se los comían con el tenedor, todo un número, con lo sencillo que es coger con la mano un cuarto de sandwich de jamón y queso.

No me quiero imaginar que estarían pensando cuando me vieron comer toda una ensalada occidental con palillos!! (ignorante que soy yo también!!)

4.-Los postres: ni idea de como se corta un tarta, menudo destrozos hacían, y eso que estaban ya partidas en porciones.

Merece la pena la visita, además mientras que estas comiendo hay música oriental en directo.

Después del Grand Hotel, me fui a unos parques y templos de por la zona que son una pasada, por cierto, me acompañaron dos colegas hiper-mega-modernos que no hablaban ni papa de inglés, pero que les pregunté y me debieron decir que ellos iban hacia allí o algo parecido.

Fui a buscar a Noe a la feria, que terminó hoy, y nos fuimos de compras, cena y copas. La cena fue en un taiwanés americano, Forkers, comida tex-mex a la taiwanesa, la comida muy buena: quesadillas, ensaladas, hamburguesas... al estilo taiwanés, nada de la comida basura yanki y además con música de jazz en directo de fondo, genial... bueno, perdón no tan genial, los mosquitos me han acribillado, estoy lleno de picotazos.

Las copas: por la zona donde está el hotel, esté gran parte de la zona de marcha de Taipei, así que no es difícil encontrar un garito para tomarte unas copas.

1.-Los sitios casi todos bastante bien decorados y de todos los estilos: ultramodernos, retros, góticos, americanos, diseño...

2.-El servicio, “Para lo que mandes”, encantados con ver entrar en su local a dos "guiris"

3.-Las copas tiradas de precio entre 3 y 4 euros como mucho. A beber señoras y señores que casi es gratis!!

4.-La gente: hiper-mega-fashion, sentaditos en una mesa, jugando a las cartas o cualquier otro juego, fumando y con jarras de casi un litro de cerveza con hielo y pajita!!, o con una tetera y su taza correspondiente.

5.-Para bailar las discos, con sesiones interminables de música house de todo el planeta, según nos cuentan los de por aquí..

Después de las copas, paseíto por la zona para ver como se divierten y ya en la habitación que mañana madrugamos para irnos por la isla.

Sexto día. Ciclón en Hong-Kong

Por cierto no se si podré salir de la isla, porque según las ultimas noticias, el aeropuerto de Hong Kong, que es al que voy yo para luego ir a París, está cerrado por un ciclón, así que no se si nos van a desviar a otros aeropuertos de la zona como Bangkok, Manila, Hanoi... ya veremos.
De momento ni idea de cuándo saldremos, ni dónde nos llevarán, eso significa que no sé cuando llegaré a Madrid!!

Besazos.

16 noviembre, 2007

Edith Piaf

Soy una apasionada de Edith Piaf, quizá, devoción heredada de mi madre que la vio y oyó cantar en el Olimpia de París en una de sus últimas apariciones ya muy deteriorada por el trasiego y devaneos de su vida. Tengo discos, heredados también, de aquellos que llamaban entonces LP’s, creo que tengo, en un formato u otro, toda su discografía. Me gustaría hacerla un semblante porque es uno de mis personajes favoritos, pero se lo pedí a una geisha amiga que también es una entusiasta de la francesa y me ha escrito estas líneas para el jardín:



Edith Piaf, una voz para llorar, una voz para soñar

El 14 de octubre de 1963, más de cuarenta mil personas caminaron en silencio por las calles de París hasta el cementerio de Pere-Chalaise, iban a despedir a la mujer que había puesto banda sonora a sus vidas. Tres décadas antes, su descubridor, el gerente de cabarét Louis Leplée, la había bautizado para la historia como “La Môme Piaf”, la niña Gorrión, sin ser consciente, quizás, que estaba creando una leyenda.

Pero ser un mito para millones de personas no es sencillo, no solo es necesario poseer una voz vibrante, se necesita imprimir a tus canciones una pasión y una fuerza tales, que traspasen cualquier obstáculo, y lleguen a tu público sobresaltándolo, alterando, por un breve instante, unas vidas hasta entonces grises y convencionales.

Mucho se ha discutido sobre si Piaf hubiera sido Piaf sin los acontecimientos trágicos que marcaron su existencia, algunos tristemente ciertos y otros exagerados por la propia cantante en su biografía “Au bal du Chance”. Seguramente, le tocó vivir uno de los periodos más convulsos y oscuros de la historia de Francia, pero no se le puede negar que estuvo a la altura.

Nada en la trayectoria de Edith Piaf fue convencional, Su nacimiento, según cuentan, se produjo debajo de una farola frente al número 72 de la rue de Belleville en París. Desde entonces la pequeña Edith Giovanna Gassion, su verdadero nombre, va pasando de mano en mano. Su madre, cantante ambulante, demasiado pobre para criarla, la confía a su abuela materna, quien a su vez la entrega a su padre, un acróbata. Son los años de la Primera Guerra Mundial y el señor Gassion es llamado a filas, así que tiene que dejar a su hija con su abuela paterna, la cual regenta un prostíbulo. Serán unos de los años más felices de su vida, por primera vez conoce un verdadero hogar, y recibe los mimos de las prostitutas de la casa.

Cuando por fin su padre es liberado del frente, la lleva consigo a vivir la vida de los pequeños circos itinerantes, pero la pequeña Edith guardaba un secreto, su prodigiosa voz, que una vez revelada, servirá para dar de comer a los Gassion, cantando canciones populares por las calles.

La vida de Edith Piaf no fue una “Vie en rose”, como dice su canción más célebre, sino una existencia llena de claroscuros. El amor y la tragedia se suceden constantemente, y en medio de todo ello, la intérprete se revela como una verdadera superviviente, para la que solo existe algo definitivo: “si no pudiera cantar, me moriría”, comenta varias veces. El primer golpe lo recibió a los 20 años. En 1935, a los dos años de edad, muere de meningitis su única hija. Un año después, grabaría su primer disco, “Les Mômes de la cloche” (“Los niños de la campana”). Su ascendencia es vertiginosa. Durante los años de la Segunda Guerra Mundial, Edith es ya una estrella de la canción, adorada por el público, que canta en los más selectos clubs y music-halls de París.

A pesar de haber vivido romances con hombres tan conocidos como Marlon Brando, Yves Montand o Charles Aznavour, es en 1948, mientras realiza una gira triunfal por Estados Unidos, cuando conoce al que iba a convertirse en el amor de su vida, el boxeador francés, Marcel Cerdán, campeón del mundo de peso medio. Por primera vez, cree en la felicidad completa, pero una vez más la tragedia vuelve a golpearla, Cerdan muere en un accidente de avión cuando viajaba a reunirse con ella. Derrumbada por la pena, Edith Piaf se vuelve adicta a la morfina. En 1958, un grave accidente de coche empeora su ya deteriorado estado de salud y dependencia. A partir de entonces, ya solo podrá mantenerse en pie en escena gracias (o por desgracia) a esta droga.

El 10 de octubre de 1963, a los 47 años de edad, la musa de los existencialistas franceses, el icono de una generación, fallece, dejando desolado a su público y a un grupo de fieles amigos, que nunca la abandonaron en sus peores momentos. Dos años antes, al escuchar “Non, je ne regrette rien” (“No me arrepiento de nada”), había llorado de emoción al reconocerse en todos sus versos.

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Nota de Geisha: prometo traducir en breve esa canción y colocarla por aquí para no dejar al personal a media luz.

09 noviembre, 2007

Qué les pasa a ELLOS y a ELLAS

Envió un email a una amiga diciéndola que desde que cumplí años, hace unos días, ando desatada.

Y ella va y me contesta, en resumidas cuentas, que es monísima de la muerte pero que ha renunciado a estar de forma estable con alguien y ha decido ser single, desatarse y lanzar esporádicamente algún que otro sos a algún energúmeno.

Ella dice: Ah, con que mi empresario ya no tiene cartel de reservado...uhmmmmmmm, ¡ahora que va a ser de mí!... bueno para un momento de bajón quizás me lo puedas hasta prestar por un ratito... Yo la verdad que no estoy muy desatada que digamos, siempre pensé en una relación estable pero como hasta ahora no he encontrado nada que merezca la pena (y dudo que exista) y como cada vez creo menos en el sexo masculino, creo que empiezo a desestimar ésos planteamientos... He recapacitado: la vida de "single" no está nada mal, eso sí, con un energúmeno/os siempre en cartera (del cual pases ampliamente... pues para complicaciones no estamos) y al que poder lanzar un sos cuando se necesite... pues manos a la obra, esa es mi propuesta, la que jamás pensé que fuera a pensar pero que siento tal y como te la cuento. Creo que tengo que dedicarme un poco menos al trabajo e incrementar las relaciones sociales... Nos vemos! MUAKKKKKKKKK!

Y Geisha dice: Si, si, yo a ver si me dedico menos a las relaciones sociales y más al trabajo. Y digo yo, para qué querrá mi amiga establecer relaciones con energúmenos, que horror... preferiría antes regar mi jardín singlemente.

31 mayo, 2007

Kuwait y ¿cómo un niño puede encontrar a su mamá si sólo se le ven los ojos?

Tengo media okiya vacía, estas geishas amigas que viajan tanto. Una de ellas que está haciendo su tesis doctoral sobre la seducción se encuentra en Kuwait y me manda sus impresiones:



"Me encuentro en Kuwait, desde el día 17 de mayo, hasta el 1 de junio. Así que imagínate en otro continente y en otro país. Lo que veo desde mi terraza es el Golfo Pérsico y todo es muy distinto, la arquitectura de las casas con muchos edificios altos; pero lo curioso es que la ciudad se extiende a lo largo de una autopista. Hay un centro financiero, pero esta parte a las seis de la tarde se queda sin vida porque cierran los negocios y los bancos. La parte donde me quedo está cerca del paseo marítimo, pero resulta que como van construyendo según se les ocurre, no hay casi acera para las personas; y no te lo pierdas, tampoco hay semáforos, tienen que atravesar las calles de doble sentido, corriendo y mirando a derecha e izquierda. Aquí en Kuwait, lo más típico son las torres, se sube a una de ellas, ves panorámicas y puedes comer en el restaurante con comidas de por aquí, que aparte del picante también están buenas. Hay un museo Nacional, que aún no he visto, y otro al que he ido de cuando Sadan Husein, invadió Kuwait, aquí explican la invasión con maquetas y como quedó la ciudad de destruida, tengo una foto con la cabeza de Sadam de la estatua que tiraron en Irak, que la han traído aquí. También existen unos centros comerciales enormes con cafeterías y restaurantes, muchas tiendas y con mucho aire acondicionado, ya que aquí ahora se ronda los 45 grados de temperatura.

Lo que más me ha sorprendido son las personas que aquí viven, la mayoría son kuwaitíes, los hombres van con chilaba larga blanca y la cabeza con el pañuelo, son de aspecto occidental, altos e interesantes y las mujeres la mayoría van totalmente de negro y las que están casadas llevan la cara tapada que sólo se le ven los ojos, a mi me impresiona mucho sobretodo cuando van con los críos de las mano, pienso que si alguno se les despista, ¿cómo sabrán que es su mamá si todas llevan la cara tapada?. En fin existen más matices que ya te comentaré. Para el tema de la seducción estaría bien comparar las dos culturas pero ya hablaremos al regreso de estos asuntos. Abrazos, abrazos"

12 abril, 2007

Músicas para el alma


Les dejo una colaboración de mi amiga Teresa que esta Semana Santa ha tenido una experiencia mística con Johann Sebastián Bach en Cuenca. ¡Qué suerte! Volver a oír como cincelan los músicos a Bach... y músicas para el alma hay muchas, ya irán sonando por este jardín.




A pesar de ser conquense, nunca había asistido a ningún concierto de la prestigiosa Semana de Música Religiosa de Cuenca. Por fin, me han invitado, si no mi pequeño bolsillo no habría conseguido los 35€ de la entrada más barata que costaba el concierto número 17: JOHANN SEBASTIAN BACH (1685-1750) Misa en fa mayor, BWV 233; Misa en la mayor, BWV 234 y Misa en sol mayor, BWV 236. Mis profanos oídos disfrutaron como la niña que llevo en el interior y que vio por primera vez el mar. Realmente es un milagro que los tenores, barítonos, las sopranos… puedan cantar así, producir esa música que llega directa al alma solamente con sus voces. Y los violines, y él órgano, el oboe, el contrabajo… La experiencia mística me alegró las vacaciones de Semana Santa en esta dura y maravillosa ciudad, sobre todo después de haber escuchado las otras músicas, las producidas por la procesión de “Las Turbas”, más conocida como “de los borrachos”, aunque también podría llamarse “de los antidisturbios”, porque desfilan entre el paso de Jesús el Nazareno -liderado por unos encapuchados que manejan económicamente y ¿políticamente? la vida de la ciudad- y los turbos, que son el alma de la procesión más emblemática de esta Semana Santa, (declarada de interés turístico internacional) porque la música de sus clarines y tambores también llega al alma, pero reciben golpes en lugar de aplausos. Amén.

14 marzo, 2007

Fase Rem en estado Alfa (y 2)

Recuento mi sentir en líneas de amor frustrado... así es, solo otra más que ama, mi amiga Karol, al que este blog le sirve de aspirina sigue con sus aventuras y desventuras de esa cosa que llaman amor. Enamoradiza ella... recae y recae, insistentemente recae. Les dejo con el texto que me ha enviado.
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Ayyyy! Q penita más grande, otra vez solita, q triste es el mal de amores, sentirte rechazada una vez más cuando empezabas a pensar q por fin habías encontrado el verdadero amor y q esta vez era la definitiva y de repente todo se derrumba como un castillo de naipes. Buaaahh! Pq siempre yo? Q pasa, q el LuisMa es tonto?(1) Vaya karma q me ha tocado. Ni Calimero ni Bustamante saben lo q es sufrir de verdad(2). Cuánto cuesta pasar página. Si es q se le quitan a una las ganas de todo.

¿Pq me tengo q terminar pillando cuando desde el principio hay cosas q no me convencen?
¿Es q tb en el asilo voy a seguir estrellándome?:

- Buenooooo, ahí viene otra vez la Karol (con su cachaba y sus prótesis) lloriqueando. Q pesada la tía! Lleva 40 años igual. A ver: ¿quien es ahora?

- Ayyyyyyyyy, es q no me llama el alemán, ese q está tan bueno, q conocí en Benidorm

- En sus años mozos estaría bueno, ahora tiene una buena chepa. A lo mejor te ha llamado y como estás un poco sorda no le has oído. Además, ¿q pintas tú en Frankfurt? Ese frío es muy malo para la artrosis...

¿Pq me tengo q terminar pillando cuando desde el principio hay cosas q no me convencen?
Tanto q yo le gustaba, entonces algo pasa en su cabeza, algo q dices q no le gusta y plof:
SE ACABÓ.

Pero hay q seguir pq seguramente esa sea la lección q tengo q aprender, q las personas no son iguales y las cosas no pasan pq sí, q aunque te hagan daño tienes q empezar de cero otra vez sin miedo y con la misma ilusión por todo como cuando tenías 5 años y así, si llega algún día, podrás valorar lo q es bueno de verdad y mientras, o si definitivamente te mueres sin pasar otra vez de la fase REM al estado ALFA, intentar ser feliz disfrutando de pequeños momentos, no queda otra. OLVÍDATE. Sabes de sobra q este chico no era bueno para tí. LEVÁNTATE Y ANDA.

Guerrero japonés, en parte tienes razón: Dios existe porque el hombre lo ha inventado (3) y está claro q egoístamente buscamos una pareja pq la necesitamos por muchas y diferentes razones pero también existe ese amor incondicional q lo da todo por nada y hay mucha gente anónima q vive de una manera totalmente discreta, sin alfombras rojas ni Oscar de Holywood, una historia q haría llorar al más pintado.

De verdad q existe. No quiero creerlo y no necesito creerlo, llevo mucho tiempo sola y no me he muerto. Existe.

Al comentario de la chica q se va a casar y q da ánimos: muchas gracias, sé q hay chicos q merecen la pena, a lo mejor algún día me toca la lotería y conozco a alguno. Aprovéchate, tú q puedes.

Al comentario del chaval q tiene el mismo problema q yo: de verdad q no quiero q esto parezca la guerra de los sexos, hablo de lo q me pasa y de lo q conozco y por eso no me paso al otro lado, a ver si va a resultar peor y ya lo q me faltaba y además q yo quiero algo distinto, q lo mío ya lo tengo muy visto.

Si no me hubiera despelotado tanto, mecanográficamente hablando, esto sería un buen ejemplo p varios cuatrimestres de Económicas y aledaños: oferta y demanda. Si dos personas quieren dar y recibir lo mismo ¿pq no quedan p irse conociendo? ojo, q no digo q tú quieras conocerme pq no lo sé pero es q yo empecé en esto del blog como terapia y p ahorrarme las sesiones del loquero y resulta q me estoy enviciando. Q me he embalado a largar y no puedo parar. Lo siento, Geisha, ya sabes q estoy fatal. A lo q iba: no sé q imagen de mí misma estoy transmitiendo, me parece q no muy buena y no quiero empezar algo si la otra parte ya tiene ideas preconcebidas y p q un encuentro funcione tiene q haber chispa y eso no se sabe a priori por muchos estudios de mercado q se hagan. Mucha suerte y, con la venia de Geisha, anímate a irnos contando tu curriculum, q esto engancha.

En fin. A lo mejor tengo q probar eso q dicen q un clavo quita otro clavo, remedio q yo nunca he utilizado pq siempre he necesitado un tiempo p recrearme en mi dolor y ahora q voy a volver al circuito del q he estado fuera una temporada por causas de fuerza mayor (q nada tienen q ver con la última historia) a Dios pongo por testigo q si conozco a alguien en esta fase neurótica le voy a dejar muy claro q no soy para nada formal, sólo rollo, que tengo q cicatrizar. Puff.
O a lo mejor sí estoy para algo formal, es q sólo sé q no sé nada. Bueno, ya se verá.


(1) Personaje de una serie de TV
(2) Llorones Reunidos, S.L.
(3) Esta frase no es mía, creo q es de un filósofo q se estudiaba en C.O.U. y cuyo nombre no consigo recordar cómo se escribe correctamente: Nietszche....? Algo así.

15 febrero, 2007

Me planto: ni me caso ni perpetúo genes (Parte 1ª)

Al más puro estilo de guionista de “Sexo en Nueva York”, mi querida geisha y amiga Karol, escribe, a petición mía, un texto lleno de sentido del humor a la par que mala leche y cierta resignación estoica. De ella se podría decir que lo tiene Todo, menos pareja –porque no quiere, no porque no pueda-. Les invito a leerlo y de paso a opinar. Sé que ella se alegrará de sus comentarios.

A esta geisha se le ha desinflado el moño.

Parece ser que antes (unos añitos atrás) mostraba una imagen superficial y vacía. Yo era "la pija de 29" y encantada de serlo pq todo me parecía más fácil o me lo ponían más fácil los demás, ahora debe ser q parezco más "profunda" y en qué hora, pq vaya auténticos coñazos q me larga la gente; aunque con la práctica, para mi desgracia, he conseguido poner cara de interés cuando realmente estoy en mi desesperante mundo interior dándole cien mil vueltas a tanto sinsentido q descoloca mi escasa salud mental. Por no hablar de las "relaciones sentimentales" (más bien monólogos de walkie talkie q parecen el juego del teléfono escacharrado: el uno dice una cosa, el otro entiende otra. Idiomas distintos, reacciones incomprensibles por su parte y explicaciones más ilógicas aún por la mía sin que mis sensatas amigas a pesar de su apoyo incondicional e infinita paciencia puedan evitar que en momentos bajos yo no piense de mí misma que soy un bicho raro. Y es q es el panorama q está así de deprimente. Porque no es por nada, pero soy un chollo: tengo mi currele, mi casita, mi cochecito… y según dicen no estoy mal. Y sí: he tenido relaciones largas de varios años, q no soy nueva, pero es q últimamente no hay manera de q ninguna cuaje. ¡Cuánto daño ha causado el muñequito de Ally McBeal! Se supone que los tíos piensan que todas las chicas de + de 30 están desesperadas por enganchar un incauto y ponerse a criar churumbeles como locas.

Hablaré por mí, q cada una tiene sus cosas. A ver, señores/as, piensen: ¿qué necesidad tengo yo de salir corriendo del trabajo para pasarme el resto del día cambiando pañales, poniendo 5 lavadoras, cocinando, fregando y un sinfín de ingratas tareas domésticas? por no hablar de las noches: ronquidos de oso, llantos insufribles e interminables, urgencias en el Hospital… ¿quién se cree q me da envidia cuando hablo con alguna amiga q ha conseguido hacer realidad “el sueño de toda chica de + de 30”?

Mi instinto maternal está más q satisfecho con mi sobri y los nenes de mis amigas ¿QUIÉN OS HA ENGAÑADO? Q yo vivo de p madre, q cuando me da la gana me paso un buen rato tirada en el sofá, q me compro lo q quiero y cuando me apetece pongo la lavadora y cuando no, me meto un cubata. Y si no hay niños tb me da igual, q ya sé lo q pasa, dais mucho trabajo y a la hora de la verdad os camufláis con el sofá ¿qué os hace pensar q quiero cambiar mi vida por ese brillante futuro? ¿QUÉ PENSÁIS QUE OFRECEIS? ¿acaso una vida de comodidades, lujo, aventuras y sexo desenfrenado? (debe ser q no me muevo en el ambiente adecuado) Direis: entonces, ¿pq no te haces lesbiana? ¿pq sigues quedando? Pq en el fondo no he perdido la esperanza de encontrar ese alguien especial con quien me gustaría tener una relación sincera y vivir un poco de felicidad y estabilidad mientras dure... pq no es verdad q todos sois iguales (aunque sí igual de egoístas), porque sí hay chicos majos (y he salido con algunos) pero en los últimos años parece q estoy condenada a vivir una y otra vez el mismo proceso:

1º) chica conoce chico. 2 posibilidades:
a) parece majo, serio y educado. Se intenta (sí, doy la oportunidad) pero si no hay chispa no hay nada q hacer, q pena.
b) me gusta. No soy capaz de saber si parece majo, serio y formal o quiero q lo parezca.
(está claro q la opción a finalmente se descarta)

2º) chica y chico (b) van quedando, se enrollan, saltan chispas.

3º) chica se emociona, vive en las nubes, echa a volar su imaginación

4º) chico muestra mucho interés

5º) chica se agobia un poco: ¿y si es un pesado?

6º) chico deja de dar señales de vida.

7º) chica sufre enajenación mental (afortunadamente transitoria), comprueba q el móvil tiene batería 100 veces cada dos minutos, q no hay llamadas perdidas y sms sin leer, repasa todas las conversaciones y quedadas por si hubiera metido la pata, da el coñazo a sus pobres amigas, discute con sus padres pq se les ocurre llamar por tlf cuando seguro q está a punto de llamar el interfecto. Ni come ni duerme ni respira. Ojeras. Nervios. Cabeza a punto de explotar.

8º) chico es declarado oficialmente desaparecido.

9º) chica dice: Nunca jamás

10º) decepción, abstinencia, invierno

11º) primavera y consiguiente revolución hormonal: un simple rollete no me vendría mal, q estoy un poco aburrida

12º) chica conoce chico...

Y vuelta a empezar otra vez...

Y ya cansa contar tu vida y lo q es peor, q te cuenten la suya, esas desventuras amorosas q tan marcados les han dejado y han hecho q con + de 30 estén acojonados ante la idea de volver a “perder” su vida de adolescente con calvicie incipiente, con esos amigotes con el colesterol a punto de darles un buen susto, q ya van entrando en edad infartable. Ojú.

Repito lo dicho: q no quiero casarme ni perpetuar mis genes.
Simplemente no volver a sentir la frustración de la fase 6.
Tanto desgaste y sin vivir creo q me han dejado su huella de desencanto en la mirada, debe ser por eso q ahora parezco menos “pija”, pues q suerte la mía pq esto tiene pinta de ir a más.

Malditos cuentos de hadas. Malditas neuronas. Malditas hormonas.

11 febrero, 2007

Corazones deshabitados

SMS de domingo de mi querida amiga Geisha k:

"Otro que ha salido rana. Manda un SMS que esta malo... y yo pensando en el modelito. Con lo que me había costado asumir todas sus circunstancias. Me parece que me voy a desahogar en el jardín..."

Voy a tener que empezar a hacer de este jardín un espacio de contactos. Tengo amigas muy guapas, inteligentes, profesionales de su trabajo y suficientemente preparadas para todo... pero no sé qué es lo que les pasa en sus relaciones. Tal vez el personal se asusta en cuanto empiezan a percibir que tienen opiniones y vida propia y sólo dan con cobardes y apocados de la vida.

26 enero, 2007

New York, New York

Impresiones a vuela pluma de un email de mi querido amigo Harvey Keitol que ha estado en Nueva York estas navidades.

Acompaña el texto Dinah Washington.




Hola, hola, hooolaaa, Jolie.

Respecto a Nueva York, te comento que sorprende por lo apacible que es, sí, aunque las calles estén llenas de gente, como si fuera un domingo de rastro permanente. Los coches no hacen mucho ruido (sonautomáticos), pero en la ciudad hay un persistente rugido, porque entre todo y todos suben los decibelios.

Es adorable, cosmopolita, cambia el aspecto de una calle a otra de modo radical. Pasas de los chinos a los italianos, de ahí a los negracos/negracos y de ellos a la pijotería en un plis plas. Hay muchos turistas, mogollón, y es muy agradable pasear por ella. Las calles son anchísimas, para acoger a tanto peatón y automóvil, larguísimas y muy ordenadas. Ya sabes que no tienen nombre sino número. Las calles van de sur a norte y la avenidas de oeste (donde está la sede dela ONU) a este. Es imposible perderse, si sabes adónde vas, claro.

La peña es sorprendentemente educada, en seguida te dicen sorry si te chocas, que es inevitable, y no hemos visto pistolas ni duelos al sol. También es cierto que nos hemos pateado Manhattan y algo de Brooklyn (poco). La zona cero es un agujero que ya empiezan a rellenar y tienen varios proyectos para construir otro edificio allí. Uno de ellos (ya le vale) eran otras dos torres, te cagas.

Si sabes inglés, perfecto, ya puedes viajar por todo el mundo, pero si lo balbuceas puedes moverte sin problemas. En casi todos los locales de comida y en las tiendas hay latinos que te hacen la vida más fácil. Están colonizados, maja. No vimos la nieve (ni ellos), pero hizo algo de frío (no demasiado). Lo caro es pagar el viaje y el alojamiento (el hotel una birria, era el mítico Pensilvanya, en la séptima avenida, frente al Madison Square Garden), porque para comer (no de restaurante) es más o menos como aquí. Eso sí, las raciones son de agárrate y no te menees. Enormes, XXXXXXLLLLLL. Y son muy golosos. Hay infinidad de dulces (bollos y pasteles), también consistentes. ¿los cafés? Muy ligeros y en vasos de 33 cl. Te empanzonas. Pese a que la gente come y bebe por la calle, está todo muy limpio.

Y qué te voy a contar de los edificios. Pues, todo como sale en las pelis. Inmenso, XXXXXXLLLLLL, colosal, espectacular y opulento. Precioso, de verdad. ¿Y de las rebajas? Algo exagerado. Del 50 por ciento desde el día 25. Nos hemos puesto morados. Bueno, no me enrollo más. Esto, esto, esto, esto es todo, amigos.