"Cuando leemos una historia la habitamos. Las tapas de un libro es como un tejado y cuatro paredes, una casa. A ella más que nada en el mundo le encantaba el momento en que terminabas un libro, y la historia sigue viva en la cabeza como un sueño muy real; y después de eso le gustaba dar largos paseos para despejar la mente de todas las sensaciones y emociones que el libro había despertado en ella".