02 octubre, 2007

Para memoria, la de mi amiga


Una amiga enfermera me dice que la han diagnosticado SADAE, siglas que significan Síndrome de Atención Deficiente Activado por la Edad, y me cuenta:

”Decido lavar el coche y al ir hacia el garaje, veo que hay correo en la mesita de la entrada. Decido echar un vistazo a las cartas antes de lavar el coche. Dejo las llaves del coche en la mesita, voy a tirar los sobres vacíos y los anuncios en el cubo de la basura y me doy cuenta de que está lleno. Decido dejar las cartas, entre las que hay una factura, en la mesita y llevar el cubo a vaciar en el contenedor. Entonces pienso que, ya que voy al contenedor, puedo pagar la factura con un cheque y echarlo en el buzón que está al lado del contenedor. Saco del bolsillo el talonario de cheques y veo que sólo queda uno. Voy al despacho a buscar otro talonario y encuentro sobre la mesa la Coca Cola que me estaba bebiendo y se me había quedado olvidada. Retiro la lata para que no se vierta sobre los papeles y noto que se está calentando, por lo que decido llevarla a la nevera.

Al ir hacia la cocina me fijo en que el jarrón de flores de la cómoda de la entrada está sin agua. Dejo la Coca Cola sobre la cómoda y descubro las gafas que he estado buscando toda la mañana. Decido llevarlas a mi escritorio en el despacho y, después, poner agua a las flores. Llevo las gafas al despacho, lleno una jarra de agua en la cocina y de repente, veo el mando del televisor. Alguien se lo ha dejado en la mesa de la cocina. Me acuerdo que anoche lo estuvimos buscando. Decido llevarlo al salón, donde debe estar, en cuanto ponga el agua a las flores. Echo un poquito de agua a las flores y la mayor parte se derrama por el suelo. Por lo tanto vuelvo a la cocina, dejo el mando sobre la mesa y cojo unos trapos para secar el agua. Voy hacia el hall tratando de recordar qué es lo que quería hacer con estos trapos.

Al final de la tarde el coche sigue sin lavar, no he pagado la factura, el cubo de la basura está lleno, hay una lata de Coca Cola caliente en la cómoda, las flores siguen sin agua, sigue habiendo un solo cheque en mi talonario, no consigo encontrar el mando de la tele ni mis gafas, hay una fea mancha en el parquet de la entrada y no tengo ni idea de dónde están las llaves del coche.

Me quedo pensando cómo puede ser que sin haber hecho nada en toda la tarde haya estado todo el rato danzando”

Creo que hay días que padezco levemente esta misma enfermedad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy he pasado por el jardín para despedirme de mi geisha realizando un antiguo ritual danzado con mi espada desnuda. Ya creía que tu blog reposaba en el cielo de los blogs, y tú en el sitio al que van las mujeres bellas, inteligentes y diabólicas. Pero veo que has vuelto y te confieso que me alegro mucho de leerte de nuevo.

Geisha dijo...

Espero que regreses al jardín cuando termine tu travesía.

No me he ido, querido, ni espero irme del jardín. Sólo que la vida de una periodista es de gran trasiego... actos sociales, viajes, escribir información y demás lindezas que me atan de vez en cuando. Pero siempre estoy con un pie en el jardín o tocando el shakuhachi por alguno de sus banquitos.

Muchos besos y ya nos veremos

*shakuhachi: flauta japonesa de bambú