12 agosto, 2009

Bacante en reposo

Así de "Bacante en reposo" (Sorolla) me voy a quedar. Marcho de vacaciones a los mares del Sur. A la vuelta les veo.
Los que pasen por Madrid, vean en el Prado, una antológica de Sorolla realmente impresionante, no sólo por el tamaño de los cuadros, y las 102 obras expuestas, sino porque también es uno de los grandes impresionistas. Nadie como él pinto la luz reflejada en la mar.

La mirada sucia





La mirada sucia es aquella imagen que tu ves y la percibes con una inequívoca voluntad sexual, esto es, toda imagen se convierte en sospechosamente sexual en tu cabeza. Si ves, lo que estás pensando... puede que tengas la mirada no muy limpia. Bueno ¿Y qué? pues nada, a disfrutar las metáforas.

Logo de la oficina de comercio del Reino Unido: OCG. ¿Qué les parece en su forma vertical?. Tuerza la cabeza.

Quiero ser una vampira... sexy

Sí, ya sé, que los vampiros son parientes de Nosferatu y del primer drácula que interpretó Bela Lugosi, y que no tiene ninguno de ellos nada de sexys, sino todo lo contrario. Yo sería un ser intermedio entre Catherine Deneuve en “El Ansía”, pero sin falda de tubo y sin moño, y la estética de Dita Von Teese con su corpiño ajustado. Sí, una vampira con pelo suelto, mirada profunda de rimel, gloss carmín y tacones.

Por aquello de la mística vampírica voy a empezar a afilarme los colmillos para morder, devorar, consumir y poseer. Dicho ordenadamente, mejor: morder, poseer, devorar y consumir.

¿Y tengo los síntomas del vampiro común? No tengo ninguno de los síntomas: odio la carne poco hecha, me desmayo al ver la sangre, me encanta la luz solar, mi imagen se refleja en los espejos y tengo poco de muerto viviente, sólo con que se me eche un vistazo se me encuentra saludablemente saludable. Está visto que soy vampiro de por libre.

08 agosto, 2009

Cartas Beauvoir y Sartre

Este año se ha editado un libro que lo estoy disfrutando en estas vacaciones, lleva como subtítulo: “Tratado de los sentimientos a través de las más intensas cartas de amor de todos los tiempos”, subtítulo ambicioso, más que nada, porque todos, TODOS, los tiempos no caben y literatos e ilustres de la historia, tampoco. Es una recopilación del filósofo José Antonio Marina que ha titulado cursimente “Palabras de amor”. Digamos que da un repaso desde la época clásica, pasando a la pusilánime Edad Media, las turbulencias de los ilustrados, los alocados románticos y románticas, y el siglo XX con sus poetas, narradores y filósofos.

Se encuentran cartas de amores correspondidos, no correspondidos, cartas despechadas, cartas cariñosas, cartas autoritarias, cartas escurridizas, cartas ambivalentes del te quiero más en la distancia que cuando te tengo presente, cartas subidas de tono, las de Paul Eluard a Gala, antes que conociera a Dalí, cartas mentirosas del cuánto te quiero pero te pongo los cuernos sin que te enteres. Por ahí están los y las amantes enamorados. Los que tienen claro su amor, los que no lo ocultan, y los que lo ocultan, los dudosos, los místicos y las místicas (también enamorados).

Encontraréis cartas y fragmentos de cartas de Emilia Pardo Bazán a Benito Pérez Galdos (cuánto me gusta el sentido del humor de esta mujer); de Henry Miller a Anaís Nin, de Juan Rulfo a Clara, de Vita Sackville-West a Virginia Woolf, de Bernard Shaw a Stella, de Pablo Neruda a Albertina, de Pessoa a Ofelia, de Plinio a su esposa, de Safo, de Wilde, de Kafka... y cómo no, una reveladora carta de Simone de Beauvoir a Jean Paul Sartre (y la correspondiente respuesta del filósofo)

Beauvoir a Sartre:

Más tarde fui a esa fiesta que acabo de describirle. Y ahora me voy a la cama, pequeño mío, me caigo de sueño. Mi amor a quien tanto quiero, hubiera querido hablar con usted de todo esto, en lugar de escribirle, temo que mis cartas suenen demasiado a reproche y yo soy incapaz de querer reprocharle nada, es tan inimaginable, tan abstracto para mí. ¡Soy tan feliz cuando pienso que voy a verle dentro de seis semanas! El arreglo que propone es perfecto, nadie sospechará nada y nos veremos con toda tranquilidad. Mi amor, necesito tanto sentirlo de nuevo junto a mí, lo amo apasionadamente, carita que me observa con aire huraño desde la pared de enfrente. Buenas noches, dulce pequeño tan tiernamente amado.

Su encantador castor.

Sartre a Beauvoir:

Mi querido Castor: sólo unas pocas letras para decirle que la quiero con todas mis fuerzas y que es usted una chiquita bondadosa. He recibido su cumplida cartita, qué tristeza estar lejos de usted, mi pequeñas flor. (...) Adiós, mi pequeño Castor, mi pequeña flor. Pienso tanto en usted, todos estos días, sólo en usted y quisiera estar a su lado.

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Por cierto, Beauvoir, años después que tendría como amante al novelista norteamericano Nelson Algren, en una carta le confiesa que Sartre era un pésimo amante. Historia que está contada en el libro “A transatlantic love affair

**A Beauvoir la llamaban “Castor” por su energía y laboriosidad. Nelson la llamaría su “pequeño fetiche”, ella le dedicaría su novela "Los Manderines", donde da cuenta de sus relaciones amorosas.

07 agosto, 2009

Gin tonic...

Soy abstemia, aunque un poco bebedora de gin tonics al limón... o al pepino. Ahora lo último y más in es que te pongan tu gin tonic con su rodajita de pepino. Me cuenta mi amigo italiano, que se ha bebido casi todo Londres, que la moda viene de la mano de Hendrick’s Gin, una ginebra escocesa muy especial de botella redonda, como todas las botellas, y que para mí no tiene nada de especial y la encuentro sí especialmente muy fuerte para mi paladar.

¿Pero no ha dicho que es abstemia? Sí, sí. Sabrá que la ginebra la inventaron los holandeses para curar las enfermedades del riñón, es por tanto casi una medicina.

06 agosto, 2009

“El País”, ese periódico global en español

¿Soy lectora de prensa?, sí, ¿asidua?, sí, muy asidua ¿por qué? por mi profesión, utilizo a los medios y utilizo los medios ¿lee prensa off line (en papel) o prensa on line? leo off y on line. “El País”, preferiblemente lo leo off line, lo leo en papel. ¿Y va a dejar de hacerlo? Qué pregunta... Mejor, ¿va a seguir leyéndolo? Me temo que no, quisiera, pero no.

“El País”, lleva seis meses tomando el pelo a sus lectores, y a mí entre ellos. Por ejemplo, el diario de hoy, 48 páginas en bruto y 15 de ellas publicitarias. Total páginas netas, 32. Ahora cada vez que compro el diario me dedico a sacar el porcentaje de páginas publicitarias y contenidos reales. Fue el primero en subir el precio del periódico, de acuerdo; fue el primero en reducir páginas... Qué políticas es esa que subes el precio y reduces contenidos, y no sólo los reduces, sino que metes más publicidad ¿Se están cargando a los lectores del periódico? Totalmente, la gestión la están haciendo penosa, de lo que se trata es de subir el precio, aumentar la presencia de publicidad pero sin reducir los contenidos, sino aumentando el número de páginas que son las publicitarias.

¿Está en crisis “El País”? Está en crisis. Ya empezó en el pasado mes de abril, con un patético enunciado y eliminando la sección del periódico destinada a los más pequeños ¿y el enunciado?, decía patéticamente. “La publicación del Pequeño País se suspende temporalmente. El País lamenta las molestias que esta decisión pueda ocasionar a sus lectores, especialmente a los más jóvenes. La voluntad del diario es reanudar la publicación del suplemento cuando mejore la situación económica y del mercado publicitario”. ¿Qué le parece?, ya le he dicho, patéticamente patético. Mire, yo soy hoy lectora de El País, porque de pequeña me leía esas secciones para peques, ergo, lo que está haciendo El País es también cargándose a los futuros lectores de su periódico. Hay que tener bemoles para suprimir la sección o desconocimiento de las causas sociológicas de impacto en el futuro ¿y qué es eso?, mire en eso no me quiero extender, es más, búsquelo.

Y encima dice su “Ombudswoman” que los lectores de prensa off line son los que tienen que sufragar los sueldos de los periodistas de “El País” digital, porque al dejar los contenidos gratis, estos periodistas no generan beneficios. ¿Es una tontería? Es la tontería más grande que he leído y oído en mucho tiempo ¿Quién diablos gestiona “El País”?, pues seguramente alguien que es más de la competencia que de dentro de la casa, porque lo está haciendo realmente mal y con poco conocimiento de las nuevas tecnologías. “El País” digital tiene la suficiente entidad como para producir beneficios una vez pagados todos los sueldos de su redacción digital... y yo desde luego no va a ser quién les de las ideas ¿Por qué? Ah, las ideas se pagan, las buenas ideas.

¿Qué le parece la selección de los contenidos?, uf, esa es una historia muy larga. ¿le gustan?, mire, llevo leyendo El País, décadas, y sabe qué, ha empeorado sustancialmente. ¿Seguirá leyendo el diario off line, quiero decir, en papel?. Sí, seguiré leyéndolo, si, a pesar de los pesares, más por nostalgia que por calidad... y por amistad ¿amistad? Sí, me gusta leer a una amiga de la universidad ¿De qué sección? vale, internacional, y no le digo más.