De mi amorcito...
16 febrero, 2013
14 febrero, 2013
13 febrero, 2013
Viajeras y exploradoras (II)
Mira que me gustan los libros de mujeres exploradoras. Dedicaba yo una entrada al libro a “Las reinas de África”, y ahora va a ser a “Las damas de Oriente”, grandes viajeras, en su mayoría en solitario, que viajaban por los países de Oriente. Ambos libros son de Cristina Morató, y se disfruta con su lectura.
En esta ocasión las viajeras de finales del siglo XIX y principios del XX, en su mayoría aristócratas, escritoras de sus experiencias que tendrían gran éxito con sus libros y condecoradas como damas del imperio británico y medallas de la National Geographic Society inglesa por su aportación al diseño de mapas de la zona, son:
• Lady Mary Montagu, fue la primera mujer occidental que entró en un harén. Era tan aventurera que escribiría: “Toda Inglaterra estaba infectada de aburrimiento”.
• Lady Hester Stanhope, por lo visto medía más de metro ochenta y fue la primera mujer que entró en la ciudad de Palmira.
• Lady Jane Digby. Además de guapa era una enamoradiza… después de dos matrimonios, dejó a sus hijos con los respectivos maridos y se fue a Oriente, donde se casó felizmente con un beduino del desierto.
• Isabel Burton. Era totalmente una puritana. Se casó con un diplomático inglés Robert Burton con el que viajó por todo oriente de cancillería en cancillería, más que por el placer de viajar por controlar los excesos de su marido. A la muerte de su esposo, quemó todos los apuntes que su marido había tomado durante décadas sobre las costumbres árabes. El imperio británico todavía no se lo ha perdonado.
• Gertrude Bell. Gran conocedora de Oriente, ayudó a trazar las fronteras actuales de Irak. Hay una foto suya famosa con Churchill a camello en Egipto.
• Freya Stark. Esta mujer era la más exploradora de todas. Se cuenta que con 90 años andaba explorando Nepal y las cumbres del Himalaya a lomos de una mula. Publicó más de 30 libros contando sus aventuras. Dejó escrito aquella frase que me fascina: “A una le sobreviene una especie de locura a la vista de un buen mapa”.
• Agatha Christie. Sí, la famosa escritora de novelas policiacas. En su segundo matrimonio se casó con un arqueólogo que la llevo a sus excavaciones arqueológicas por Oriente. La escritora no sólo disfrutó haciendo inventario y limpieza de las piezas ; si no que muchas de sus novelas se inspiraron en ese entorno.
05 febrero, 2013
La mujer Disney
El estudio
“La socialización desde Disney. La figura de la mujer en los clásicos”, revela
que sus películas y merchandising manipulan al público infantil.
Las
películas animadas objeto del estudio han sido: Blancanieves (1937), La
cenicienta (1950), La bella durmiente (1959), La Sirenita (1989), La Bella
y la Bestia (1991), Aladín (1992), Hércules (1997), Pocahontas (1998),
Mulan (1999), Tiana y el sapo (2010) y Enredados (2011).
En ellas se destaca como tema principal el amor con
unos personajes estereotipados. Así, en (Blancanieves, La cenicienta y La bella
durmiente) las mujeres son protagonistas y siguen un
prototipo. Son princesas, bellas, sumisas, pasivas, dependientes,
irracionales, débiles, huérfanas y sujetas al hombre salvador.
Los personajes masculinos se presentan en un rango
social superior a la mujer, cultivan la mente y la fuerza y utilizan la
violencia para conseguir que el bien triunfe. Las villanas son mujeres,
madrastras o brujas, feas, envidiosas y con carácter. Todos los personajes son
superficiales: la princesa se siente atraída por el aspecto físico del
príncipe, éste por el de ella, y la mala envidia la belleza de la
princesa, razón por la cual busca acabar con ella, o humillarla.
A partir de La Sirenita, las protagonistas o coprotagonistas
buenas son más activas y rebeldes con respecto a su entorno, pero siguen
anhelando un hombre en el que encontrar el amor y les separe de esa
vida que les ha tocado vivir. Además, empieza a tener especial importancia
la figura de un padre sobreprotector.
En los años 90 se encuentran algunos cambios, el
enemigo es un hombre, que se define por ser feo, abiertamente machista,
ambicioso, y rencoroso. Asimismo, la mujer cede en varias películas el
protagonismo al hombre, el cual posee nuevos roles: guapo, valiente, fuerte,
atlético, y decidido. Por el contrario, a la rebeldía de la mujer se le
dota de un sentido de inmadurez, que queda en un segundo plano
cuando aparece el hombre.
En Tiana y el sapo se observan significativos
cambios: por primera vez encontramos una princesa afroamericana,
que conserva a sus dos padres, y tiene un empleo. No necesita la
salvación de un príncipe, sino al contrario. A pesar de estos avances,
sigue manteniendo el modelo de mujer bella, y tierna. Se podría
pensar que esta película supone un cambio positivo, aunque vuelva a poner
a una princesa como protagonista. Sin embargo, Enredados retoma
los valores que estableció la compañía en sus orígenes: la mala vuelve
a ser mujer y bruja; la buena es inocente, infantil, caprichosa y guapa; y
el hombre, que ha dejado de ser príncipe, vuelve a ser el salvador.
Con todo esto se hace visible como las películas
Disney intentan implantar a los niños y niñas los modelos de conducta que
poseen los personajes buenos y que rechacen los de los malos. Así busca
implantar la creencia de que el hombre está por encima de la mujer,
que éstas deben preocuparse exclusivamente de los asuntos familiares y del
hogar. De esta forma se intenta evitar que la mujer se rebele y que
se produzcan movilizaciones al sistema establecido, conservando los
valores morales tradicionales.
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