Pink_Taxi

Han aparecido por Londres, México DF, Beirut, Dubai, ahora Barcelona, taxis rosas sólo para mujeres y sería una usuaria asidua si en Madrid también los hubiera, aunque, por favor, que no sean rosas, sino como todos y con un distintivo discreto.

Los hombres se quejan de que son discriminatorios y una nueva idiotez de feministas, pero nada más lejos de la realidad. Estos taxis pretende dar seguridad a las mujeres, sobre todo cuando vuelven a sus casas a altas horas de la noche. En mi caso, sin contar las anécdotas del taxista de turno sobre su servicio militar, el franquismo y cómo está el gobierno, ya he tenido tres tropezones con taxistas... hombres:

- El primero. Venía yo de una cena de trabajo, y volviendo a casa me lleva un joven, que siendo las cinco y media de la mañana me propone irme a desayunar con él. (Y un cuerno) Y yo, pues es que estoy deseando llegar a casa y mi marido me debe estar esperando porque el pequeñajo está venga a llorar toda la noche.

- El segundo. Me despido de un amigo en Plaza España, venga a reírnos y a hablar, y paro un taxi sin darme cuenta previamente con quién montaba. Me monto, abro la ventanilla y me sigo despidiendo. Ya más centrada, veo un taxista conductor de dos metros cuadrados con un pasamontañas puesto. Así como lo digo, llevaba para conducir un pasamontañas, sólo se le veía los ojos. (Y yo, uf, sí va queriendo intimidar, lo ha conseguido con creces). Pensé decirle que me bajaba nada más arrancar (y salir corriendo), pero aguanté el susto.

- El tercero. Venía yo a altas horas de la noche de una despedida de soltera. Me lleva un joven muy dicharachero que va y me dice que tiene invitaciones para el concierto de no sé quién y que si le acompaño al día siguiente, me pasa a buscar. (Y yo... de dónde saldrán estos cretinos). No, gracias, (una estará harta pero no pierde la educación), mañana mismo salgo para Cincinatti.

Pues eso, quiero pink-taxis en Madrid.