25 marzo, 2009

Sexo polifónico en dolby surround

-

Supongo que alguna vez les habrá pasado estar en la habitación de un hotel y oír la jarana sexual de los vecinos de al lado, o de aquella amiga que tenía su novio en Canarias y ella estaba haciendo gritar a su amante de turno, mientras yo, estaba en la de al lado, hablando con un amigo que me estaba intentando convencer para liarme con él... Y, yo pensando... pero esta tía que es lo que le está haciendo, si la pobre no promete y cuánto engañan las apariencias, por dios. Dos veces ya me ha ocurrido.

Esta vida más allá de mi habitación, donde los gemidos se desplazan por el aire, suben, bajan, se filtran y se empotran en tu cabeza pidiendo a gritos tu atención.

Hay dos alternativas, o te concentras en lo que estás haciendo (imposible) o te dedicas a contar los minutos y los chillidos que ya están sobrepasando los decibelios... pero cuánto duran o ¿es que se me está haciendo eterno?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No termina de contar, cuente aquí, ¿le convenció su amigo o no?.

Anónimo sospechoso

Geisha dijo...

Ays, anónimo, yo de mi vida privada no suelo hablar. Pero le responderé. No sólo NO me lié con él sino que se cogió tal enfado que se volvió para Madrid. El susodicho en cuestíón es un gran experto en robótica que está triunfando por EEUU haciendo prototipos que viajan a la luna y otros planetas.

Y no pregunte más...

ribka dijo...

también le queda la posibilidad de imitar a los/as vecinos/as, sola o acompañada (claro que si está acompañada de un futuro triunfante experto robótico cuando en realidad anhela a su amiga jadeante, se hace díficil)!

la saludo con disculpas (ando retrasada en la lectura).

Geisha dijo...

Ribka, querida, no me veo yo sóla gimiendo yo conmigo misma y rivalizando con mis vecinos de habitación. Otra cosa es que con pareja yo sí me pueda exceder pero no por rivalizar sino por gusto.

Muchos besos