Ella dice: el viernes quedé con Alberto y el chico es majo y con él estoy bien pero veo un grave problema, veo un voluminoso problema: el perro. Su casa huele a perro, el perro se sube a los sofás, el perro duerme en la cama, está más pendiente del perro que de mi... Le da un beso al perro y luego me da un beso a mí, nos estamos enrollando y el chucho dando la lata. Terminé con pelos blancos por todas partes... Yo así no estoy a gusto y esto se acaba en tres días, así que no debería darle tantas vueltas al tema perrístico.
Geisha, le dice: Vamos a ver, por dios, que si el chico te gusta, no pongas pegas por el perro. Te lo llevas a tu casa (a él, no al perro) y la casa de él ni la pises. Tema canino zanjado.
Ella vuelve a decir: Ya, pero como tiene que sacarle... alguna vez tocará en su casa. ¿Y si me coge celos el chucho?. He visto un squetch en “Saturday Night Live” en el que pasaba algo parecido con un gato y me sentí bastante identificada.
Geisha, escribe: En ese Squetch supongo que la novia tenía celos del gato.
Ella, molesta, dice: No me entiendes, cómo me vas a entender si tu tienes perro y te gustan los perros. Pues sí, voy a dejar a un novio por su perro. Anda y que le aguante su perro.
1 comentario:
Je, a cada uno su lugar: Mi pareja ya saben donde y las mascotas (Admitamoslo: Hacen parte de nuestra vida, a tal punto que las llamamos "Nuestros hijos), al sofa...(Que por cierto, mis dos gatos ya lo declararon como suyo...)
Saludos!
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