La mamá tigresa, tras recuperarse del parto, su salud comenzó a empeorar, y los veterinarios sentían que tras la pérdida de la camada, la tigresa caería en una depresión. Pensaron que quizá pudieran sustituirla momentáneamente con cachorros de otra madre para que mejorara su estado de salud. Pero tras consultar a zoológicos de todo el país, no había cachorros de edad apropiada para introducirlos con la madre triste.
Los veterinarios decidieron entonces probar con la idea de que la madre se hiciera cargo del cuidado de una camada de otra especie.
Los únicos huérfanos que se pudieron encontrar fue una camada de cerditos... que los envolvieron en piel de tigre y el experimento resultó un éxito.
1 comentario:
Esto demuestra que la hembra pierde la cabeza cuando pare y nunca más (¡qué pena no poder subrayar este nunca más!) volverá a ser la misma de antes. En el caso de la hembra de la especie humana es una marca definitiva. Toda su escala de valores y afinidades se verá alterada para siempre. Desde la relación con su pareja hasta las "matemáticas" más elementales. No recuerdo si fue Lacan quien dijo que 1 (madre) más 1 (hijo) igual a uno. Así salimos de estupidizados la mayoría de los varoncitos.
Beso sus manos, Geisha.
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