Mercedes, por respeto a Greta Garbo que vivía, escribió unas memorias muy ligeritas. De su primer encuentro escribiría:
“Mientras nos estrechamos las manos y ella me sonrió, sentí como si la hubiera conocido durante toda mi vida, en muchas reencarnaciones anteriores.
Como yo esperaba, ella era sumamente hermosa, mucho más de lo que parecía en sus películas de entonces. Estaba vestida de (un jersey) blanco y pantalones azul oscuro de marinero. Iba descalza y sus pies, como sus manos, eran esbeltas y sensibles. Su bonito pelo liso le llegaba a los hombros y llevaba una visera de tenis que le cubría la cara en un esfuerzo por esconder sus extraordinarios ojos que poseían una mirada de eternidad. Cuando habló, no sólo me sentí fascinada por el tono y la calidad de su voz, sino también por su acento. En aquel tiempo ella hablaba inglés de manera bastante incorrecta, con un fuerte acento sueco, y sus errores eran encantadores. Aquella tarde le oí decirle a Salka*: “He vienido a verte”. Curiosamente, las palabras que ella decía eran a menudo más expresivas que las correctas”
Salka le diría a Mercedes: “le has gustado… y le gusta muy poca gente”
*Salka era una amiga amante de la actriz sueca que influyó mucho en la decisión de sus papeles en el cine y en sus amistades. Yo diría que demasiado. Quizá por exceso de celo.
En ese primer encuentro, Greta Garbo estaba rodando “Susan Lenox” de 1931.
Muy recomendable las memorias de Mercedes “Aquí yace el corazón"
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