“Le llamo de la agencia, es para decirle que ella ya no quiere vivir más con usted. Que lo vuestro se terminó, se acabó... y pasaré mañana a por sus cosas personales”
Leo en el “The New York Times” de papel que están empezando a proliferar este tipo de agencias que nacieron en Japón y ya se han extendido por Berlín y Nueva York. Lo que no entiendo es qué espécimen in-humano se atreve a contratar un intermediario para dar por concluida la relación de pareja.
Por 20 euros te sueltan por teléfono el jarro de agua fría de la ruptura y por 50 euros viene un impresentable, por no decir un cretino, a decirte que el cenutrio con el que viviste durante 12 años ha decidido mandarlo todo a paseo... so pusilánime, pedazo complejo de inferioridad...
Una cosa buena es que tienen un servicio para ir a recoger las pertenencias personales al domicilio finiquitado. A mi ya me tocó ir a recoger los objetos decorativos a la casa del panoli con el que le dio por ir a vivir a mi amiga. Parecía yo del banco hipotecario... y me llevo esto, y esto otro.... No, eso no puedes. Sí, si puedo, so gaznápiro... tooodooo lo que pone en esta lista va a misa.
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