Poco más y no llego a la exposición del pintor holandés
Escher, la dejé para el último día y casi me la pierdo. Después de media hora de espera al entrar, no sabía lo que me iba a encontrar y disfruté al descubrir que era un pintor interesado como yo en los juegos visuales, las arquitecturas imaginarias y los trucos de perspectivas. Es en exceso ingenioso, me gustan sus cortezas humanas, las manos dibujándose así mismas, sus autorretratos en espejos esféricos, sus metamorfosis y los viajes tridimensionales por arquitecturas imposibles.
“Mi obra es un juego, pero un juego muy serio”. Escher
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“Con la nariz puesta directamente encima de las cosas más pequeñas se ve toda su belleza y toda su simplicidad pero, cuando se comienza a dibujar, sólo entonces se comprende lo terriblemente compleja e informe que es la belleza de la realidad”. Escher
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1 comentario:
Me gusta Escher. Me gusta esa paradoja que es la mano dibujándose a sí misma. Me hace recordar que la realidad no está ahí afuera si no que la re-creamos constantemente.
Saludos
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