26 abril, 2008

Yo, la infiel (III)

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Ahora va a resultar que mi perro me abandona por serle infiel, si ya sabía yo que tanto saltar por las camas por el famoso arresto domiciliario no me iba a venir bien.

Me dan una sentencia tan jocosa que todavía me estoy riendo.

Fallo: se condena a Geisha por una falta leve de infidelidad en la custodia de su perro a 240 euros (120 menos de los que pedía el fiscal)

Los fundamentos jurídicos son dos folios surrealistas, pero básicamente:

1.- No está probado si fue el perro el que mordió a la niña o al revés (Sic)

2.- Obviamente no es un animal feroz sino doméstico y posiblemente esté muy socializado como dijo su dueña (Sic)

En esta idiotez todo un señor juez ha perdido su tiempo para redactar 4 páginas sobre mi querido perro con la de casos colapsados graves que hay. Pero no crean que va a acabar aquí la cosa, mi abogado que tiene mucho sentido del humor va a apelar esta sentencia a la audiencia provincial porque quiere que aquí nos riamos todos. Vamos, que se va a enterar toda la magistratura española que he sido infiel a mi perro. Una amiga ya me ha insinuado... hija mía, lo tuyo roza la zoofilia, pero es que un desliz lo tiene cualquiera

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí, tienes cara infiel, si

Anda que estos jueces perdiendo el tiempo en estas nimiedades.

Beso sus pies.

Robert ;-)

Karla dijo...

Te preguntó la niña si podía tocar al perro, yo los míos aunque son unos canijos muy buenos, a los niños les digo q muerden, por si las moscas..

Geisha dijo...

Robert, Welcome, ahora no sólo es que tenga cara infiel, lo peor es que ya me lo ha dicho una sentencia. Pero tu sabes, querido, que soy más fiel que una pata a sus patitos. Besos

Ays Karla, pues ya sabes, si vas a por pipas ni se te ocurra dejarlos atados que luego pasa lo que pasa. Me dijo la poli que en los últimos dos años hay muchos casos de estos por el tema de la responsabilidad civil del seguro. Que son unos listos esta gente.
Besos, nos leemos