Se imaginan geishas, despojadas del kimono y vestidas con el traje de kevlar, las medias, la careta, zapatillas, un guante y el arma elegida…sable, florete o espada… y que comience la danza del ataque y la defensa.
Son tres espadas y tres estilos. Mi preferido es el florete con él sólo puedes tocar con la punta y de cintura para arriba, no valen la cabeza ni los brazos, lo que implica mayor trabajo técnico. Es el arma más precisa de las tres.
La espada, deja más posibilidades, puedes hacer blanco en cualquier parte del cuerpo lo que obliga a la espadichina a ser más prudente a la hora de tomar iniciativas. Es el arma más pesada y más lenta de todas ellas.
Con el sable, puedes tocar con toda la hoja pero sólo de cintura para arriba, brazos y cabeza incluidos. Es el arma más rápida de las tres.
Si la gente resolviera sus conflictos de pareja con la esgrima nos evitaríamos muchas complicaciones de cabeza. Sí, ya sé que estoy volviendo a la prehistoria y aquello de te “tomo el guante” y “te reto” a un combate con florete. Pero la idea sólo de pensarla me encanta, además no es violento porque los tiradores van enchufados a un sistema que si sale una luz roja es que vas perdiendo puntos y por tanto, como he ganado, hoy tienes que hacer todo lo que yo te diga, incluido los masajes en la espalda, leerme aquel capítulo que me gustó tanto y cantarme una nana antes de dormir.
Son tres espadas y tres estilos. Mi preferido es el florete con él sólo puedes tocar con la punta y de cintura para arriba, no valen la cabeza ni los brazos, lo que implica mayor trabajo técnico. Es el arma más precisa de las tres.
La espada, deja más posibilidades, puedes hacer blanco en cualquier parte del cuerpo lo que obliga a la espadichina a ser más prudente a la hora de tomar iniciativas. Es el arma más pesada y más lenta de todas ellas.
Con el sable, puedes tocar con toda la hoja pero sólo de cintura para arriba, brazos y cabeza incluidos. Es el arma más rápida de las tres.
Si la gente resolviera sus conflictos de pareja con la esgrima nos evitaríamos muchas complicaciones de cabeza. Sí, ya sé que estoy volviendo a la prehistoria y aquello de te “tomo el guante” y “te reto” a un combate con florete. Pero la idea sólo de pensarla me encanta, además no es violento porque los tiradores van enchufados a un sistema que si sale una luz roja es que vas perdiendo puntos y por tanto, como he ganado, hoy tienes que hacer todo lo que yo te diga, incluido los masajes en la espalda, leerme aquel capítulo que me gustó tanto y cantarme una nana antes de dormir.
4 comentarios:
Ah pícara Geisha, esta vez lo has conseguido y lo confieso; rodilla en tierra pongo mi espada Muramasa en tus blancas manos y la rindo a ti. Haz con ella lo que quieras. Te pertenezco. Iría al fin del mundo solo por ver tu nuca desnuda. Quieto y con los ojos cerrados deseo sentir la lluvia de tu inteligencia hasta empaparme. No pares ahora, por favor, no pares. (De fondo una flauta shakuhachi llora de emoción)
Querido Samurai, sus comentarios cada vez se superan narrativamente y me gusta, sobre todo eso de que me pertenece y que iría al fin del mundo por ver mi nuca. Es que mi nuca, no se crea, lo vale.
Me encantan sus comentarios y no se preocupe... hasta geisha es muy difícil ruborizarla.
(Comentario editado)
¿Me paso de tono quizá?. Yo mismo me sorprendo de lo que despierta en mí tu currículum, tu condición de mujer, como escribes y algunos de los temas que eliges.
Bueno, bueno, confieso que desde ahora en adelante me mediré con los comments... no sea cosa que...
Respeto, mucho respeto es lo que me inspira una señorita con florete en mano !!!!
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